El evento organizado por +Deporte La Región reunió a más de 500 amantes del baile en la Alameda para celebrar el Día Internacional de la Danza. Clases magistrales, actuaciones y exhibiciones pusieron el ritmo al sábado.
Ourense
La Alameda, pista de baile
Una mochila cargada de energía y mallas de colores de la que desprenderse fácilmente. Con ese complemento y esa idea en la cabeza llegaron los participantes al Día del Baile organizado por +Deporte La Región, ayer en la Alameda. Más de 500 ourensanos se sumaron a la fiesta. Unos con experiencia y ganas y otros solo con lo segundo. Suficiente para pasarlo bien y celebrar el Día Internacional de la Danza.
"La personalidad triunfa durante el Día del Baile", adelanta el titular de La Región en la "portada photocall" colocada a la entrada del recinto. Trenzas y moños como peinado favorito y rotos en la ropa fueron la tendencia más repetida entre los bailarines ourensanos. Es parte de su identidad, pero las "pintas" pasan a un segundo plano cuando se arrancan a bailar.
Los más pequeños fueron los primeros en inaugurar las actuaciones. Se colocaron las mallas y calentaron los motores de la jornada de baile, animando al ourensano "de paso" a quedarse a alguna masterclass. Ropa de calle y ropa de baile mezcladas en el escenario.
Zumba, primera prueba.La monitora Ana Fernández desperezó a los últimos en llegar, dispuestos a quemar calorías al ritmo más latino. Aunque sin pasarse, la danza oriental de Rebeca Mouro continuó la fiesta del baile y la cosa empezó a animarse.
Mientras la música marca la pauta en el centro de la pista, en los jardines de la Alameda, la vida transcurre más despacio.
El graffitero Yoel tiñe de amarillo y azul un plástico. "Oapier", se lee. "Es un alias", comenta el artista. No fue la única exhibición de "street style": el breakdance y el hip-hop conquistaron a los que optaron por admirar en lugar de mover el esqueleto. El Día del Baile es para todos, está claro.
El dancehall de Hugo Alonso quemó los últimos cartuchos de la mañana, pero la fiesta siguió por la tarde con otra masterclass de Rebeca Mouro y sus ritmos orientales. Una pareja de la escuela Movett que compite a nivel nacional trasladó al Caribe a los ourensanos con su baile. La bachata fue protagonista del sábado más marchoso en la ciudad, en el que abuelos y nietos, y profesores y alumnos; disfrutaron de la magia de la danza.
