DELINCUENCIA

Diez delincuentes están detrás del 90% de los pequeños robos

photo_camera Un inculpado en un delito de robo pasa a disposición judicial

El más activo de ellos era Ramón Trenco, viejo conocido policial y judicial, quien acaba de fallecer 

Los pequeños robos y hurtos en comercios y establecimientos hosteleros son en su gran mayoría obra de unos pocos. Esto es, delincuentes afincados en la ciudad que una y otra vez buscan en los delitos contra la propiedad una forma de supervivencia, y que generalmente son adictos crónicos a sustancias estupefacientes.

En Ourense, tal como reconocía ayer el comisario de la Policía Nacional, Amable Valcárcel, un grupo de 10 delincuentes reincidentes acaparan "entre el 85 y 90 por cientos de los delitos perpetrados en la ciudad". Muchos de ellos son personas que, pese a no ser mayores, sufren patologías graves asociadas a un policonsumo de sustancias estupefacientes durante años. Algo que, en el peor de los casos, acaba provocándoles la muerte.

Esta misma semana perecía Ramón Trenco Rey, un hombre de 47 años, afincado en Ourense desde hace un tiempo (es oriundo de Padrón -A Coruña-). El coruñés, figuraba a la cabeza de los reincidentes más activos. A sus espaldas, acumulaba 57 detenciones, casi todos por pequeños delitos contra la propiedad. Su especialidad, según un juez de instrucción consultado, eran los "hurtos al descuido, casi siempre faltas". No mantenía relación con la familia y en los últimos tiempos dormía en la calle.

El historial delictivo de Trenco comenzó hace 16 años y culminó el 3 de octubre con una nueva detención por hurto. Según la policía, la grave dependencia a las drogas le llevaba a cometer hasta tres infracciones al día. "Estaba tan enganchado que robaba mañana, tarde y noche", aseguran fuentes policiales.

La vida de Ramón Trenco comenzó en caída libre el día en que viajaba con un hermano menor y tres amigos en un coche, y sufrieron un fatal accidente de tráfico, en el que sólo hubo dos supervivientes. Según aquellos que trataron con él, "nunca superó el sentimiento de culpa por lo sucedido, y sus problemas con las drogas fueron a más".

Su muerte, unida a la del joven Diego Fernández Cuña (26 años), en el mes de julio, con 20 arrestos a sus espaldas, ha supuesto un descenso de este tipo de robos porque, según la policía, "ambos eran muy activos ".

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