Diez homicidios sin autor en estos últimos 20 años

Salvo el caso de Socorro Pérez, están archivados de forma provisional

La muerte violenta de Manuel Arias Prado en Valdeorras se suma a la decena de investigaciones abiertas por la Guardia Civil y la Policía Nacional en Ourense por crímenes que están pendientes de resolución en los últimos 20 años y que, por tanto, aún no han prescrito. 


El más próximo en el tiempo al ocurrido en O Bolo es el que le costó la vida a Socorro Pérez (43 años) el 2 de mayo del pasado año cuando salió a correr por el alto de O Seminario. Esta vecina de O Couto, según la principal hipótesis policial, fue agredida sexualmente. Pese a que ya transcurrió más de un año desde que apareció su cadáver (6 de junio de 2016), la policía judicial no tiene sospechosos, aunque sí un perfil: un violador con antecedentes.


En total, hay 10 homicidios sin resolver que aún no han prescrito (20 años). El más lejano en el tiempo ocurrió el 24 de noviembre de 1997 en la zona de vinos de la ciudad. Francisco Álvarez falleció por las presunta puñaladas que le asestó cuando caminaba Enrique C.R., quien logró con éxito zafarse de las fuerzas de seguridad hasta la fecha. 


Dos años después, se contabilizaron tres: la octogenaria Rita Iglesias fue agredida en su vivienda de Quintela de Calvelle (Pereiro de Aguiar); Remedios Justo fue violada y estrangulada en O Polvorín (Ourense) y en O Barco aparecía en el río un recién nacido.


La crónica negra se cobró otra víctima en enero 2010. José Dias de Oliveira fue abatido de un disparo en San Lorenzo de Piñor (Barbadás) cuando salió a depositar la basura al contenedor próximo a su casa. El móvil, según los investigadores, estaría relacionado con un ajuste de cuentas por drogas.


César González Blanco (85 años) fue asesinado en la noche del 31 de diciembre de 2001 en su piso de Doctor Fléming. La víctima fue degollada por una persona a la que conocía.


El 17 de marzo de 2004, el cuerpo de Marina Boo apareció calcinado tras la antigua cárcel de Progreso. La policía detuvo a un sospechosos pero quedó en libertad y exonerado desde el principio.
También está en punto muerto la investigación abierta en torno al asesinato que le costó la vida al matrimonio formado por José Martínez y María Teresa Campos en abril de 2009. El Juzgado de Instrucción 3 imputó a su hijo pero la Audiencia de Ourense determinó, en contra del criterio del fiscal y la jueza instructora, que no había indicios racionales de criminalidad. Para la sala, las "meras sospechas" no bastan para sostener una acusación formal.


Todos ellos, salvo el caso de Socorro Pérez, que aún está sobre la mesa de los investigadores policiales y el Juzgado de Instrucción 2, están archivados de forma provisional hasta que aparezcan nuevas pruebas. El sobreseimiento implica que las investigaciones policiales y judiciales están paradas pero, según sostienen fuentes judiciales, no se olvidan.

Casos reabiertos
Hay muertes violentas que se reabren años después de que hubieran sucedido. Ocurrió en Viana do Bolo con la muerte de la joven de 21 años Montserrat Martínez en la Semana Santa de 2001. Manuel Mouriño Faria fue detenido y procesado nueve años después de que la matara tras golpearla en el parque al que habían ido juntos. Fue condenado por la Audiencia en diciembre de 2011, a tenor de un veredicto de culpabilidad de un jurado popular, a 11 años de prisión por homicidio.

Te puede interesar