El gerente del la EOXI Ourense-Verín-O Barco de Valdeorras recibe a este periódico en su despacho, entre decenas de libros e informes que demuestran el trabajo que ha tenido que realizar durante estos primeros cinco meses de gestión
Dionisio López Bellido, gerente del la EOXI Ourense-Verín-O Barco de Valdeorras, recibe a este periódico en su despacho, entre decenas de libros e informes que demuestran el trabajo que ha tenido que realizar durante estos primeros cinco meses de gestión, tras sustituir en febrero a Eloína Núñez en el cargo. En esta entrevista hace balance de gestión y aclara algunos de los problemas que afrenta la sanidad de la provincia, así como los retos de futuro.
En la primera entrevista con este periódico dijo que se le había pasado por la cabeza no aceptar el cargo. ¿Está mereciendo la pena?
Estaba en un momento de mi vida profesional al que temía renunciar, no era por miedo al cargo, pero puedo decir que es un orgullo estar al frente de la EOXI. Creo que estos meses se resumen en ilusión y sentimiento de grupo. Además, estamos consiguiendo que los ourensanos presuman de su sanidad, no solo de los médicos y enfermeros, sino de los asistentes sociales, los que limpian,... Me siento plenamente satisfecho de todos, hacemos la mejor sanidad posible y estamos en el camino de ser la mejor EOXI de Galicia.
¿Qué líneas básicas de actuación caracterizan su gestión?
Se resume en cuatro palabras: generosidad, integración, honestidad y trabajo. Somos un área sanitaria única y, aunque al inicio había rarezas cuando algún paciente de O Barco venía al CHUO, creo que hemos conseguido la adaptación, y que una persona de Bande sea igual que uno que vive en la calle del Paseo, y el de Verín, igual que el de Rubiá. Usamos los mismos protocolos, aunque avancemos a diferentes tiempos, y creo que todo el mundo se siente integrado. Además, estamos consiguiendo los mayores niveles de eficacia de la historia, hay más actividad que nunca, como demuestra el balance del primer semestre. Se ha conseguido operar más, se atiende a más gente, el rendimientos es mayor. Y lo mejor es que siempre con una sonrisa. Eso es lo fundamental, porque hay 5.300 trabajadores y 350.000 dueños.
¿Qué oportunidades de futuro hay en la sanidad de Ourense?
Somos muchos y de una edad avanzada, la población más anciana de Europa y, además, estamos dispersos. Lo que somos ahora, lo será el resto de Europa en 20 años, por lo que tenemos la oportunidad de enseñar al resto de países qué tratamientos aplicar y cómo tratar esta situación demográfica en unos años. Lo hemos encauzado a través del área de innovación y el LivingLab, en el que vamos a poder tener la oportunidad que cuando hagamos algo importante en Ourense, se pueda presentar en Bruselas. Podemos ser el espejo en el que Europa se mire. Esto, unido a la termoterapia, puede ser la palanca definitiva.
En la arena política se habla mucho de un “desmantelamiento" de Cirugía Pediátrica en el CHUO. ¿Qué hay de cierto?
Esta dirección en ningún momento ha decidido ninguna cosa que no sea el mantenimiento de Cirugía Pediátrica. Niego rotundamente que haya un desmantelamiento. Hay un solo cirujano, pero hay un problema: no hay cirujanos pediátricos disponibles. Los hemos buscado y los seguimos buscando en todos los hospitales que han formado residentes de la especialidad. La atención urgente está asegurada y se han operado 228 niños y solo 22 se trasladaron a Vigo. Cuando había cuatro cirujanos se derivaba el 7% de pacientes a Vigo. No ha cambiado nada.
¿Habrá solución ante esta situación?
La idea es incorporar nuevos cirujanos. Además, a partir de septiembre vendrán cirujanos de Vigo a operar de forma regular, con el objetivo de que a final de año no haya lista de espera.
Algunos padres protestaron por el traslado de neonatos a Pediatría. ¿Es una práctica normal? ¿Corren riesgo los bebés?
Hay un problema: se han agotado las listas de contratación de enfermeros, por lo que hay que repartir los recursos. Es cierto, y hemos pedido disculpas, que ha habido una falta de información. Ahora, informamos a los padres antes de que ingresen los niños, para que vean que esto puede ocurrir, y que sepan que estar en la misma planta no tiene por qué ser un problema.
Su predecesora se fue en un momento de colapsos continuos en Urgencias. ¿Ha habido cambios?
Este área es la gestión más difícil del hospital, porque no se pueden hacer previsiones exactas. Pero en estos cinco meses hemos intentado hacer pilares y organizamos las posibles contingencias con tiempo. Básicamente, cómo damos salida a los pacientes, a cuáles hay que atender primero y, sobre todo, diferenciamos los enfermos crónicos de las otras urgencias. Lo importante es buscar los elementos que son previsibles y estar atento a lo que es imprevisible. Y ahí juega un factor importante la atención a domicilio, que es un pilar estratégico de nuestra gestión y que cuenta con un 95 %de nivel de satisfacción.
¿Qué beneficios traerá a los pacientes el nuevo edificio del CHUO?
El nuevo edificio es solo una parte del nuevo hospital. Todo lo que ahora se inaugure tendrá un marchamo de provisionalidad hasta que acabemos todo. La siguiente fase, que esperemos se licite cuanto antes, reformará la otra parte del edificio de hospitalización, el de siempre. Se hará por tramos pero hasta que esa obra no esté lista, no podremos hablar de una nueva hospitalización. ¿Ventajas? El nuevo edificio nos permitirá mejorar el bienestar de los ingresados, ya que desaparecerán las habitaciones triples. Todos estarán mejor.
¿Cuándo se abrirá?
La intención que tenemos es que para finales de septiembre ya estén los primeros pacientes en este nuevo edificio.
