Un grupo de vecinos afectados amenazaron durante el pleno con encerrarse si no salían del mismo con una solución
La Diputación de Ourense se ha comprometido hoy en el pleno provincial a arreglar de forma provisional la carretera comarcal OU-807 de acceso a San Vicente de Leira, en Vilamartín de Valdeorras, en un largo pleno, en el cual un grupo de vecinos afectados amenazaron con encerrarse si no salían del mismo con una solución.
El presidente del gobierno provincial, Manuel Baltar, se comprometió, al finalizar la sesión ordinaria, a que "la semana que viene" vayan las máquinas a realizar trabajos de mejora, consistentes en el ensanchado de la carretera y regularización del firme, ha explicado a Efe Enrique Álvarez, en representación de los afectados.
El acceso a San Vicente de Leira, en Vilamartín de Valdeorras, un pueblo situado a 112 kilómetros de la capital de Ourense, lleva más de quince años con problemas por el mal estado de la carretera, hasta el punto de que llegaron a producirse desprendimientos en una zona en la que hay varias canteras y que tuvo que ser cerrada al tráfico.
El portavoz popular, Plácido Álvarez, reiteró el "compromiso firme" del grupo provincial para arreglar esta carretera "cuando haya viabilidad técnica, económica y medioambiental", en alusión al problema de esta vía, que viene de lejos, una propuesta que resultó insuficiente para los vecinos.
"Ya estuvimos aquí en 2014 por el mismo problema. Entonces, el PP nos dijo que no habría problema para arreglar el acceso pero estamos en la misma situación", se quejó un vecino afectado, Leopoldo Nogueira, quien tomó la palabra durante el debate.
Este afectado cuestionó el compromiso de los populares y amenazó -en representación de los vecinos- con "quedarnos encerrados" en caso de salir del pleno sin una propuesta firme.
Según ha lamentado, desde entonces el gobierno popular "nos están tomando el pelo" -se trata de una carretera de titularidad provincial- por lo que ha reclamado la puesta en marcha de actuaciones.
Este debate se produjo casi al final del orden del día del pleno, en forma de moción de urgencia, planteada por el grupo socialista, después de que el PP rechazase que este partido llevase tres mociones al pleno, que se extendió hasta las cuatro de la tarde.
La moción, que fue debatida tras aprobar el PP su urgencia, fue enmendada por parte del Partido Popular.
Por el momento, los vecinos dan de plazo hasta la próxima semana para que la Diputación tome medidas y si no es así iniciarán todo tipo de medidas.
El resto de mociones de urgencia, planteadas por los grupos PSOE y DO, no fueron aprobadas para su debate, un hecho que fue criticado por los partidos de la oposición, quienes lamentaron que no fuese aprobada la urgencia de cuestiones como la retirada del aval al Club Ourense Baloncesto.
La sesión también dejó algún rifirrafe entre la diputada popular Montserrat Lama y el socialista Ignacio Gómez, al inicio del pleno, durante el debate sobre el reglamento de la diputación y el acceso a los plenos.
El portavoz socialista aludió a la necesidad de volver a la "normalidad democrática", a lo que la popular recordó un `whatsapp` enviado por la secretaria de Organización, María Quintas, pidiendo a varios cargos que acudiesen al pleno en el que se iba a pedir la dimisión de Baltar.
La popular volvió a llamar a Gómez "maleducado" y lo instó a respetar la institución.
Por su parte, el portavoz popular recordó el "pacto no escrito" de presentación de un máximo de dos mociones por grupo para no alargar los debates y criticó el "oportunismo político" de algunos partidos políticos en alguna moción.
