TERRORISMO

Dolor de ETA para la historia

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photo_camera Vicente Blanco, Juan Salgado, Juan Tauste, Ángel Penas, y Ramiro Cerviño. Al fondo, la ciudad.

Cinco víctimas de ETA, tres ourensanos y dos coruñeses, contaron su experiencia al Gobierno vasco para que su dolor y testimonio quede archivado en el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos

Las futuras generaciones podrán conocer lo que sufrieron las víctimas gallegas del terrorismo de ETA, la organización terrorista que justo hace seis años dejó la armas. Y conocerán el dolor que padecieron durante y después del atentado por sus palabras, archivadas en el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, conocido también como Gogora (recordar en euskera) que puso en marcha hace dos años el Gobierno de Euskadi para coordinar las políticas de la memoria.

Un equipo del citado instituto contactó con la Asociación gallega de víctimas de terrorismo Santiago Apóstol, que en la actualidad la integran 80 familias, para grabar sus testimonios. A la cita acudieron cuatro personas, los ourensanos Vicente Blanco y Juan Salgado, y los coruñeses Ángel Penas y Ramiro Cerviño, que sobrevivieron a un atentado de la banda durante los años ochenta. También quiso ofrecer su testimonio Juan Tauste, un joven residente en la provincia de Ourense. ETA asesinó a su padre en Eibar (Bilbao), el guardia civil de Jaén Juan Tauste Sánchez (26 años), cuando él era niño.

"Sufrimos el atentado en una época, entre los años 79 y 86, que es conocida como los años de plomo, cuando todos los días había un asesinato. En mi caso, nos lanzaron dos granadas al coche y nos tirotearon, dispararon 56 cartuchos. Yo era el conductor y en mi puerta había 12 impactos", recuerda Juan Salgado, que es secretario del colectivo de víctimas gallegas.

Todos aseguran estar vivos de milagro, porque a Vicente Blanco también lo tirotearon y lanzaron una granada al interior del vehículo en que viajaba con compañeros.

A todos les parecer buena la iniciativa del Gobierno vasco "porque de esta forma se podrá escribir la verdadera historia del terrorismo etarra, conocer lo que realmente paso. Las víctimas somos las que tenemos que hablar y no los verdugos", lamentó Juan Salgado.

La aportación de sus testimonios fue voluntaria. Las grabaciones se prolongaron a lo largo de los días 18 y 19 en un hotel de las afueras de la ciudad, sentándose por separado ante la cámara.

Todos dan por cerrada esa página de sus vidas, pero el dolor vivido nunca lo olvidarán "porque fuimos a Euskadi para servir a la población, no hacíamos daños a nadie y nos mataban", asegura Juan Salgado, puntualizando que las víctimas de ETA "no merecen el olvido, que no se nos tenga en cuenta".

La banda terrorista asesinó a 44 gallegos (15 ourensanos). En la provincia intentó un secuestro y ejecutó otro, el del empresario vasco Jacinto Zulaika, que se asentó en la provincia para no pagar el impuesto revolucionario.

El Instituto ya recogió testimonios dentro del País Vasco y a los que sobrevivieron al atentado de Hipercor el 19 de junio de 1987 en Barcelona. 

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