La cantante madrileña presenta en Ourense su nuevo álbum "Un hombre rubio", una reconciliación póstuma con su papá
"Uno no llega nunca a comprender a sus padres", explica melosamente la voz de Christina Rosenvinge al otro lado del teléfono. La cantante madrileña contestó haciendo la maleta para coger el Avant hasta Ourense y presentar en directo en el Café & Pop Torgal a partir de las 20:30 horas de hoy su nuevo álbum "Un hombre rubio".
El disco surgió de una llamada inesperada: "Hay una serie de llamadas ilógicas que son maravillosas. Rocío Márquez me llamó para que hiciera una canción en clave flamenco. Resulta que a mi padre le gustaba mucho el flamenco y aquel 6 de marzo de 2017 me salió 'Romance de Plata". Se hace un silencio al otro lado del teléfono. Esa es la fecha en la que hace 26 años moría su padre. "Aquella noche me salió la letra de repente".
Con esa canción empezó todo. Fue la génesis de un disco que es una "respuesta contemporánea" ante la situación de la mujer en la sociedad. "El cliché del éxito es un modelo masculino de un triunfador y es un modelo opresor. Y te lo digo yo que estoy rodeada de hombres. Mi grupo está formado de hombres y tengo dos niños". Unos hombres que han ayudado a la cantante madrileña a la realización del disco. "Le he preguntado a los más cercanos a mí, que relación tenían con sus padres. "Un hombre rubio' es la indagación de la masculinidad, una investigación profunda de la relación de un hijo y su padre. Cuando murió mi padre yo era muy pequeña y teníamos una relación conflictiva. Este disco es una reconciliación con el fantasma de mi padre".
Desde aquel 6 de marzo de 2017, Christina Rosenvinge se encerró tres meses comiendo sopa y gachas, buscando los acordes correctos y la letra que embelleciera la música mientras cambiaba, a la carrera, la guitarra por el piano."Es un disco pensado para hacer disfrutar en directo. Estuve una temporada de gira y, al volver, busqué esas canciones para cantar 'in situ". La madrileña es una apuesta segura. Su directo, más.
