“Ella se quiere ir... tal vez en algún momento tome la decisión"

La esposa de Sousa tenía en mente marcharse a Europa para estar más cerca de sus hijas. 

Durante los trece días que tuve la oportunidad de estar en Caracas las últimas semanas de julio y primeros días de agosto, fueron muchas las conversaciones que mantuve con José Sousa, tanto en el ámbito de la Hermandad Gallega (un refugio social del que el también llegó a ser directivo hace varias décadas), como en su propia casa, en la Urbanización Miranda, al lado de donde ahora le acaban de robar la vida a su esposa.

“Estimado Piñeiro: El hampa me arrebató a mi esposa. La asesinaron frente a nuestra casa”. Este fue el lacónico y a la vez desgarrador mensaje que ayer por la mañana encontré en mi caja de correo y que me hizo revivir, una por una, cada una de esas conversaciones que mantuvimos y que en todo momento giraron como una noria alrededor de la visión extremadamente crítica que José Sousa mantuvo desde un principio con la degeneración socio-política que ha experimentado Venezuela a lo largo de los 17 años del chavismo.

La decisión

“Este es mi país”, me repitió muchas veces en medio de esas conversaciones, mientras atravesábamos calles y urbanizaciones e íbamos contrastando lo hermoso y lo penoso de una gran ciudad en descomposición como es en estos momentos Caracas: “A veces me vence la flaqueza y hago propósito por tomar una decisión, pero después me digo, y qué hago, ¿lo dejo todo aquí, lo vendo…? Ella (Jackelyn) se quiere ir, porque Andrea ya está en Europa (Colonia) y Ana Patricia quiere irse para Barcelona. Tal vez en algún momento acabe tomando la decisión… ¿Quién sabe…?” Así se pronunciaba, hace tan sólo tres semanas, José Sousa.

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