OPERACIÓN ALIMOCHE

Un joven empresario ourensano, supuesto cabecilla de una trama que introducía cocaína en Galicia

Los detenidos en Galicia fueron dos en Ourense, uno en Vigo, dos en Cambados y Vilanova, uno en Ponteareas y uno en Salceda de Caselas.

Dos vecinos de Ourense ingresaron en prisión después de haber sido detenidos por la mañana en sus domicilios y declarar por la tarde ante la juez de instrucción del número 8 de Vigo en relación a una red de tráfico de drogas que la Guardia Civil dio ayer por desarticulada. Otras diez personas -de distintos puntos de Pontevedra y Madrid- fueron puestas a disposición judicial, aunque sólo dos (además de los ya citados) fueron enviadas a prisión. 

No trascendieron más datos sobre las identidades de los arrestados, que ingresaron en la cárcel de A Lama (Pontevedra). Aunque fuentes de la investigación, bautizada como operación Alimoche, indicaron que uno de los ourensanos, un joven empresario, podía ser uno de los cabecillas del grupo, que era seguido desde 2014 y había intentado introducir cocaína en España en contenedores a través del puerto de Marín y por carretera desde Francia. 

Los cuatro están acusados de un delito contra la salud pública y otro de organización criminal -dos de ellos, por pertenencia y otros dos por dirección-. 

La investigación, coordinada por el fiscal Antidroga de Pontevedra, señala dos puntos fuertes de la organización: disponían de un tejido empresarial en Sudamérica y España, y de "un importante conocimiento en praxis policial". Características que, según la Guardia Civil, les permitían gran movilidad y viajar a los países de donde procedía la droga, como Colombia o Perú sin levantar sospechas.

Los detenidos en Galicia fueron dos en Ourense, uno en Vigo, dos en Cambados y Vilanova, uno en Ponteareas y uno en Salceda de Caselas. Los agentes practicaron además cuatro registros domiciliarios en los que se intervinieron dinero en metálico, material informático, sustancias de corte de la droga y balanzas de precisión, entre otros efectos. 

Según la Guardia Civil, la banda tenía establecidos sus principales puntos de distribución de sustancias estupefacientes en Ourense y en Madrid.

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