El acusado, en presencia de sus hijos menores, solía "obligarla a que bebiera veneno, dándole puñetazos en un ojo y en la cara, y le amenazó con matarla y con tirarla a un pozo"
Un hombre de nacionalidad portuguesa se enfrenta a partir de mañana en la Audiencia Provincial de Ourense a un juicio en el que la Fiscalía pide penas de 15 años de prisión por someter a su pareja a supuestos malos tratos físicos y psicológicos e intentar acabar con su vida con la ayuda de una azada en presencia de sus hijos menores.
Según recoge la Fiscalía en el escrito facilitado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, el acusado, cuyas iniciales son JC.M.M., condenado anteriormente por lesiones, sometió a ML.F.O., con quien tenía un hijo, a malos tratos físicos y psicológicos.
Sostiene que el acusado, en presencia de sus hijos menores, solía "obligarla a que bebiera veneno, dándole puñetazos en un ojo y en la cara (provocándole que le estallara un diente)", y le amenazó con matarla y con tirarla a un pozo. Para ello, ejercía control sobre ella, con "continuas llamadas telefónicas e insultos constantes".
Durante un viaje al domicilio que tenían en Portugal, el Ministerio Público asegura que el acusado le asestó a su pareja varios golpes con una azada, alcanzándole primero en la espalda, lo que provocó que cayera al suelo, y posteriormente en la cabeza y el hombro.
Además, inicialmente se negó a trasladarla al hospital "a pesar de que sangraba abundantemente por la cabeza".
Como consecuencia de estos hechos la mujer sufrió "hematomas en trapecio y zona occipital derecha con herida en la cabeza" precisando de asistencia médica y tratamiento médico-quirúrgico. A causa de los golpes, le quedaron secuelas.
Por estos hechos, el acusado se enfrenta a quince años de prisión, tres de ellos por un delito de malos tratos y doce por tentativa de asesinato, con prohibición de acercarse a la víctima a menos de trescientos metros.
Además, pide para el acusado en concepto de responsabilidad civil, el abono de 6.120 euros por las lesiones causadas y otros 11.000 euros por las secuelas sufridas.
