La víctima, de nacionalidad inglesa, asegura que el inculpado, que era su amigo, le agredió sexualmente
Antonio Álvarez González (53 años) se enfrenta a una petición de hasta 12 años de prisión por un delito de violación a una amiga de nacionalidad inglesa que vivía en Lobios en el verano de 2010. La mujer estaba casada y mantenía una relación abierta de pareja circunstancia que aprovechó el inculpado para violarla porque "creía que tenía derecho a hacerlo porque ella era liberal". Todo ello en base "a un código machista y trasnochado", en palabras de la acusación particular.
El inculpado admitió que en la madrugada del día 18 de julio mantuvo relaciones sexuales con la denunciante pero que previamente le pagó 50 euros. No era la primera vez que, según dijo, mantenía relaciones sexuales con ella a cambio de dinero (en una le pagó 20 euros).
El acusado relató que coincidió con Holly C.T. en dos bares de Lobios y al volver de una discoteca en Lindoso (Portugal) la llevó en su furgoneta de vuelta a casa."Yendo hacia Entrimo paré en el viaducto de Riocaldo y bajé por una pista para enseñarle el lugar al que iba a pescar, ella salió un momento del coche y al volver me preguntó si le daba 50 euros por una felación y acepté, y luego me pidió tener otras relaciones sexuales dentro de la furgoneta", relató.
Admitió que eran "amigos" y que se conocían desde hacía tres meses y afirmó desconocer la existencia de "erosiones y rozaduras en las nalgas, parte posterior de los muslos y lesiones en las muñecas", de las que habló el fiscal durante el juicio.
La mujer aseguró, asistida por un traductor, que el acusado la "asaltó", forcejeó con ella y la violó. Explicó que tardó 12 horas en presentar la denuncia porque "me sentía abrumada y no sabía cómo actuar". De hecho, según apuntó, un amigo del acusado la amenazó con ir a los Servicios Sociales para quitarle a sus hijos si acudía a declarar.
Los peritos psicológicos declararon que en la entrevista con la víctima, a tratamiento desde hace años por depresión -intentó suicidarse en dos ocasiones- no detectaron fabulación y sí indicios de "estrés postraumático". Los forenses, sin embargo, no hallaron lesiones contundentes que permitan concluir que fuera forzada físicamente
La defensa del encausado en su informe final destacó el hecho de que fue el marido de la mujer, quien la agredió en alguna ocasión, el impulsor de la denuncia por resentimiento hacia los hombres con los que ella se relacionaba. Asimismo, destacó la elevada tasa de alcohol detectada en la denunciante pese al tiempo transcurrido hasta que acudió a la Guardia Civil.
El fiscal resaltó el hecho de que la mujer se mantuvo firme en su incriminación y en que no había motivos espúreos para que presentara una denuncia falsa. Destacó que las lesiones recogidas en el parte médico son compatibles con "el arrastramiento y forzamiento sufrido".
La acusación particular destacó la importantes secuelas que padece la víctima a consecuencia del delito.
