EN CLAVE

Escondidos detrás de los visillos

Ventana entreabierta para ver si pasa el que le tocó el cupón; cortinas corridas para observar quien estaba embarazada. Envidias y cargos de conciencia que llegan por igual, También olvidos.

Lunes, 13 - Urge saber quién es el agraciado

Alguien mira detrás de los visillos para ver si rula por Celanova un buga no censado. La apariencia, esa neblina que nos hace a todos como los demás creen que somos, delatará un coche de alta gama, un atuendo de mucho porte; nos dirá si la inmobiliaria ha despachado una mansión, si el director del banco sonríe más de la cuenta, si la agencia de viajes por fin colocó aquél viaje a un ignoto lugar. En Celanova cayó el premio de la ONCE que dejó un aroma de un millón de euros, en apariencia en un solo bolsillo. Todos desean saber la identidad del agraciado. ¿Para qué? Se supone que para envidiarle, que es para lo que vale revelar esos secretos, pero también para pedirle que done una parte. Las noticias de los premios de juegos se azar siempre son inconclusas: sabes cuánto toca pero no a quién, lo que trastoca una parte importante de la labor periodística. Pero, sobre todo, deja a medias a decenas de cotillas, quien sabe si de envidias. Y, sobre todo, lo más llamativo es la advertencia: "tarde o temprano se sabrá", dice el vendedor del cupón. Da igual donde se esconda, darán con el premiado. Si no lo hace el vecino, lo harán los de Hacienda, que esos sí que son cotillas.

Martes, 14 - Que no se entere nadie, un gran lema

Unvi es una carrocera ourensana que ha fabricado un autobús turístico de doble piso totalmente eléctrico. Es el primero de Europa y comenzará a circular por Paris a principios del 2018. Mientras el Ourense del aquí no hay nada hace fortuna lamentándose en la esquina de la barra del bar salen al encuentro algunos ejemplos que tumban el sambenito del aldraxe. La carrocera es solo un ejemplo de tesón industrial, pero hay muchos más, aunque desconocidos para la mayoría. Gran parte de la sociedad desconoce casos de los que se enorgullecería. No solo es su culpa, también de los empresarios que, pacatos y miopes, trabajan a escondidas para evitar que se sepa lo que hacen, "a ver si me van a copiar", decía uno. A las tinieblas no se llega de un momento para otro solo con apagar la luz.

Miércoles, 15 - Las aldeas del fondo y de la superficie

Una especie de escalofrío sacude hasta la médula al ver el reportaje de Pepe Paz en este periódico sobre el impacto de la sequía. Imágenes y texto recorren una provincia que semeja arrastrarse buscando agua, como esa imagen irisada del que recorre el desierto arrastrándose en espera de encontrar la palmera, el oasis y el charquito para meter la cabeza. Imágenes espectrales en la portada y la doble página interior. El mínimo cauce de los ríos permite que afloren desde las profundidades restos de aldeas. Es como si las rescatásemos del infierno, las sacásemos del olvido. Una especie de congoja vuelve décadas después de que la política de pantanos ahogase parte de nuestra identidad. Pero, ¿saben lo más cruel? No hay mucha diferencia entre ver ahora las imágenes de las aldeas liberadas por la sequía con muchas otras que están lejos de cauces. A unas las devoró el agua, a las otras el silencio. 

Jueves, 16 - Pesarán sobre ella como una gran losa

Era cuestión de tiempo que la policía descubriese la identidad de la madre que tiró a su bebé recién nacido a un contenedor de basura. El periódico daba detalles del caso y en cada línea del desasosiego crecía. Hay mucho recurso moralizante detrás de un caso tan estomagante como este, también mucha mirada furtiva detrás del visillo para señalar con el dedo a culpables para esconderse después. Le han salvado la vida al bebé, le han retirado la custodia de otros tres niños a la madre, la policía sigue  con la investigación y la justicia dirá lo que procede. La naturaleza, con más frecuencia de la debida, se deja llevar por la anarquía y deja anomalías como esta. Imposible entender las razones que están detrás de una acción como esta, imposible que esa madre llegase a sospechar lo que le espera para el resto de sus días: la acción de la justicia, el señalamiento social y el cargo de conciencia. 

Viernes, 17 - Las golondrinas y el club de Groucho

Vuelve Pachi Vázquez, como las golondrinas de Becquer. Este a ver cómo los pájaros regresan a sus balcones con los nidos a colgar. Aquél a ver si las segundas, las terceras y las cuartas partes son las buenas. El PSOE se presenta ante los suyos con cuatro candidatos a las primarias en Ourense. Cuatro perfiles diferentes para un mismo propósito: el que gane habrá de calzarse las botas y taparse la nariz para meterse en el fango. El PSOE es el que más lecciones es capaz de dar la sociedad, transmitiéndole el mensaje de que un equipo desunido, con odios sicilianos, plagado de personalismos es el mejor para interpretar las necesidades de la gente y llegar a las instituciones para resolver sus problemas. El PSOE, otra vez, es noticia por sus cañerías más que por sus jardines. A los cuatro candidatos solo les falta citar a Groucho Marx: "Nunca pertenecería a un club que aceptase a tipos como yo".

Sábado, 18 - Las consecuencias del caer en el olvido

Desaparece en Barbadás un anciano de 86 años que salió a pasear el jueves. Otro caso más, unos días después de que se produjese un hecho similar en Allariz. Decía Gabriel García Márquez que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido y los hechos no le quitan la razón. La sociedad se arma de recursos sanitarios para prolongarnos la vida pero pronto nos olvidamos de los mayores. El olvido, que se cronifica con la edad, agiganta la soledad. Casos como los descritos vienen cada vez con más frecuencia a los medios. Puede ser descuido o casualidad, pero es una cruel realidad. A fin de cuentas la juventud solo es una enfermedad que se cura con los años. 

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