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El escrache a la directiva del Ourense, sin condena

photo_camera Parte de la plantilla del extinto CD Ourense, con su abogado, a la izquierda, ayer en el Pazo de Xustiza (MIGUEL ÁNGEL)

Los exjugadores critican "la actitud cobarde" del ex presidente del club

La denuncia interpuesta por el expresidente del Club Deportivo Ourense, en abril de 2014, contra la plantilla de jugadores, cuerpo técnico y empleados -en total 33 personas- por el escrache en su lugar de trabajo quedará sin condena. El fiscal no ejerció la acusación en tanto que el denunciante, Alejandro Estévez Rodríguez, retiró la denuncia a última hora del lunes. La conducta descrita por este último se encuadraba en una falta leve de coacciones y "sólo son perseguibles mediante denuncia de la persona agraviada o su representante legal", explicaba ayer el abogado Juan Carlos González, el encargado de ejercitar la defensa.

Los jugadores criticaron la actitud del denunciante de esperar a última hora del lunes para retirar la denuncia, lo que dio pie a que no fueran notificados a tiempo los implicados (acudieron 15 ayer al juzgado). Especialmente duro fue Borja Yebra, quien actualmente milita en el CD Guadalajara, quien tildó de "cobarde" la actitud del expresidente. "No tuvo agallas suficientes para simplemente recoger un papel el día en que fuimos a presentarlo (el documentos en el que reclamaban la dimisión de la directiva) y ahora esperó al último momento para retirar la denuncia, una forma cobarde de hacerlo", aseguró. El jugador, en su caso, tuvo que desplazarse desde Guadalajara y perdió "un día de trabajo con doble turno y el entrenamiento", a mayores del gasto que le ocasionó el desplazamiento.



Querían el juicio

Los deportistas reconocían a las puertas del juzgado que les hubiera gustado que se celebrase la vista oral, aun ante la posibilidad de enfrentarse a una condena (en el peor escenario, un multa de 100 0 150 euros).

El letrado defensor recordó que "la denuncia carecía de base, porque ellos sólo querían entregar un escrito con sus reivindicaciones salariales y no se impidieron en ningún momento el normal funcionamiento del negocio particular del entonces presidente.

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