ENTREVISTA

"No escribo ni canto nada que por dentro no me conmueva, me da igual de qué se trate"

Luz Casal
photo_camera Luz Casal aterriza en el Auditorio Municipal de Ourense el próximo viernes 8 de febrero.

La cantante de Boimorto presenta su último disco "Que corra el aire" en el Auditorio Municipal de Ourense el próximo 8 de febrero

Corría el año 1977 cuando Luz Casal aterrizaba en Madrid, con 19 años, en busca de una oportunidad en el mundo de la música. A base de trabajo, la joven se convirtió en una de las voces femeninas más características del panorama nacional español: si es Luz la que canta, está claro. El viernes 8 de febrero, la artista presenta su último disco, "Que corra el aire", en el Auditorio Municipal de la ciudad. La cita, para la que todavía quedan localidades disponibles, dará comienzo a las 20,30 horas. 

Después de tantos años en la música, ¿necesitaba que corriese el aire?

No por llevar ese tiempo necesito que corra el aire. Más que nada, creo que lo que necesitaba era tener la sensación de que el aire renovado entrara, no ya en mi vida profesional, sino en general.

¿La clave para mantenerse es reinventarse o trabajar como el primer día?

Lo que hace que sigas trabajando es tener curiosidad, ilusión, una cierta claridad de que la vida merece mucho la pena vivirla y saber que lo que hiciste ayer no es suficiente para lo que puedes hacer hoy. Ese tipo de planteamientos te hace ponerte retos, avanzar, en definitiva.

¿Ha tenido que luchar más para hacerse hueco al ser mujer?

Cuando yo empecé no había tantas mujeres, éramos pocas. Dificultades claro que hubo, las sigues teniendo incluso ahora, cuando de la crónica de un concierto, tres cuartas partes están dedicadas a la ropa que llevas puesta.

¿Imponen los auditorios llenos?

Sí se puede hablar de nervios, pero no incontrolados. Son los nervios de la responsabilidad, de emocionar y de hacer feliz a la gente que acude a verte y a escucharte. Te preocupas de que todos los que estén en el escenario, en muchos casos profesionales con experiencia, den lo mejor de sí para que aquellos que están sentados se lo pasen bien. Eso te hace estar en un estado de atención, como mínimo. 

¿Son sus letras nostálgicas?

Tengo muchas cosas que no tienen que ver ni con la pena, ni con la nostalgia, ni con el dolor. Creo que tengo letras que son reflexivas porque pienso, porque existo, porque si no pensara sería un mueble. 

¿Desde qué emociones crea, entonces?

Desde todas las posibles, las que sean. No diferencio de qué se trata si algo me preocupa. No escribo ni canto nada que no me conmueva, me da igual que sea un absurdo, algo denso o lo más ligero. Es como ponerme una falda de colorines o vestirme de negro.

En 2012 creó el Festival de la Luz, en su pueblo natal. Ya por la sexta edición, ¿es una forma de mantenerse unida a su tierra?

El festival es una manera de agradecer ser parte de esa tierra, tener las raíces muy profundas allí y ofrecer un poco de lo que yo he conseguido. Ofrecer ayuda a unas determinadas ONGs, que haya unos determinados artistas por encima del escenario.

¿Cree que los artistas deben aprovechar su posición para colaborar con causas sociales?

Siempre que sea algo que surge de tu interior, que no sea "postureo", entonces sí. 

¿Ganas de pisar Ourense?

Sí, es una ciudad que tengo en muy buena estima, tengo muy buen rollo con Ourense. Además uno de mis músicos, Jorge Ojea, es ourensano.

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