CLAVE SEMANAL

Estar, estamos; hay que fijarse

Estamos donde hay que estar, a lo mejor no donde se supone que debemos estar. Aparecemos cuando el aroma sale de los fogones, pero no estamos cuando se hace el padrón municipal.

Lunes, 29 de enero | Hay gente que se ha vuelto meteosensible

Dicen los psiquiatras que hay gente meteosensible, a merced de los cambios de tiempo que pueden modificar su carácter, casi siempre para mal. El viento es uno de esos agentes que te puede volver tarumba, dicen los expertos. El mistral, la tramontana, el gregal o el cierzo jalonan su fama gracias a su supuesta capacidad para alterar conductas. De forma más pedestre, todos hemos escuchado a alguien que se dirige a otro reprochándole si le ha dado un aire cuando se refiere a una actitud poco heterodoxa. Ourense está últimamente un poco meteosensible, a expensas de informaciones como las de la comisaría de Policía y sus aguas sucias, que se siguen produciendo. También informaciones como la que presentaba el periódico el lunes a cuatro columnas: Detenido por retener y violar durante un mes a una mujer en Ourense. El problema, ya ven, no es que el viento nos haya vuelto turulatos, sencillamente que hay noticias que nos dejan sin aire. Incluso sin habla.

Martes, 30 | Estar estamos, hay que fijarse bien

La provincia que maldice su demografía, que lamenta su pirámide invertida, que se queja del abandono del rural se da de vez en cuando su homenaje. A veces creemos que no existimos, pero a lo mejor es que no estamos en el momento en el que hay recuento para el padrón. Las estadísticas son brutales y echan arena sobre nuestro futuro por falta de pobladores. Pero, insisto, estamos. Fiestas de Codillo, Botelo, Androlla... Entroidos varios, Xantar. Ourense sale de su madriguera y aparece en los pabellones de deportes donde se organizan las paparotas y en Expourense con su Xantar. Resurgen ávidas termitas que se lo devoran todo. Pasamos, como los osos, hibernando en el invierno y solo salimos de la madriguera por la llamada del pote, la brasa y la enchenta. Antes de retirarnos, como el plantígrado, pasamos por un periodo de hiperfagia y nos lo papamos todo. Vemos la luz del día con el Entroido y los cocidos, volvemos con el churrasco de la fiesta de la aldea en el verano y hasta febrero del año siguiente. Insisto, estar estamos, lo que pasa es que hibernamos. 

Miércoles, 31 | Solo se trataba de gastar dinero público

El actual edificio judicial de la ciudad costó unos 19 millones de euros, a fin de cuentas una nadería. Estaba la grey política desanudándose la corbata después de la inauguración y el personal clamaba por las deficiencias de las instalaciones. Hubo que tirar de cartiños públicos para arreglar el entuerto. El centro de salud de O Couto se estrena con frío y goteras, decía un titular del periódico el miércoles. Se pulieron más de tres millones de euros de dinero público en la obra. Cuando finalizó no se pudo abrir porque no había por dónde entrar. Cuando por fin se construyen los accesos y abrieron las consultas los cubos recogen el agua de las goteras, las filtraciones llegan a las consultas y la calefacción no tira. Se prevé una reclamación a la constructora. Qué desalmados, pedir que arreglen los daños causados por deficiencias en la obra que se hizo con dinero de todos. Supongo que no será necesaria tal inquina. A fin de cuentas, como dice un amigo mío, "siempre le tengo que decir a mi mujer que si me comprometo a arreglar en casa algo tampoco hace falta que me lo recuerde cada seis meses".  

Jueves, 1 de febrero | Una oportunidad y una inoportunidad

El Entroido ya ha tomado el mando, que es lo mismo que decir que la anarquía se impone por unos días. Xinzo, otra vez Xinzo, será ese lugar de peregrinación. Esa Meca a la que todo entroideiro debe acudir sin rechistar. Ahí, como en otras poblaciones de la provincia, te pueden mandar a enjuagar la boca si alteras la ortodoxia de la celebración y sus personajes. Han gastado saliva a litros, sobre todo sus dirigentes, poniendo por las nubes los festejos. Y hacen bien. Han pretendido crear una marca y lo han conseguido, incluso gracias al ciclo del Entroido la comarca saca para los gastos y algo más. Y, ya puestos a ser estupendos, en el 2015 abrieron el Museo do Entroido. Poco más de dos años desde los fastos, cierra y el Concello estudia endosárselo a la oposición. Cuelgan el cartel de cerrado en vísperas de los días grandes de la fiesta, lo que es bastante inoportuno, por cierto. La pifia es antológica. De museo, vamos.

Viernes, 2 | El crédito económico y el crédito social

Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca, dice que el crédito es la mejor herramienta para el progreso social. Lo dijo en su conferencia en el Foro La Región. Lo dijo en una de las provincias más ahorradoras, donde la cultura del pago al contado sigue siendo ley, donde se guarda por si se necesita para pagar al médico, donde más viviendas se pagan al contado, sin necesidad de hipoteca. Esa la cultura heredada es la forma de vida que aún impera en una provincia de mayores. Pero en esa provincia del amiguiños sí, pero a vaquiña polo que vale, también se está girando a otros usos. Ahí están los viejennials, como cariñosamente les llamó Escotet, esa generación de abueletes espabilados como pocos y que se han vuelto digitales. El crédito económico es fundamental, tanto como el crédito social. Ahí los ourensanos son millonarios. O eso queremos creer.

Sábado, 3 | Todos dispuestos para interpretarles

Llegó el paro de enero y engordó el discurso estadístico, ya saben. La Navidad, como el verano, deja orfandad laboral. Mal, los sindicatos; ni tan mal, los empresarios. Bien, los políticos. Los parados nunca opinan, bastante tienen con lo suyo. Y eso que hay 20.000 en Ourense. Ya hablan los sindicatos por ellos; ya les interpretan también los empresarios; ya está el Gobierno para salvarles. Ya están ellos para preocuparse.  

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