ECONOMÍA

El éxodo del rural a la ciudad estimula el alquiler de casas

MIGUEL ÁNGEL

Los arrendamientos suponen el 20,8 por ciento del total de primeras viviendas, con un precio medio de 4,40 euros por metros cuadrado

El precio del alquiler en Ourense es, junto con el de Ávila, el más barato de todas las provincias españolas, situándose en los 4,25 euros el metro cuadrado -cuando en la provincia castellano-leonesa baja sólo 10 céntimos-. En el resto de provincias gallegas, las que ofrecen los precios más caros son A Coruña, con 5,50 euros el metro cuadrado, y Pontevedra, con 5,75 euros el metro cuadrado. Sin embargo,este bajo precio no se presenta como la principal razón del progresivo incremento del porcentaje de hogares que viven en régimen de alquiler en la ciudad y los pueblos limítrofes, especialmente Barbadás. Si hace cinco años los hogares en arrendamiento en la ciudad suponían tan solo un 16,4 % del total de primeras viviendas, pasando en 2012 a ser el 18,3 %, en 2016 representan ya el 20,8 %, según datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias.

Es cierto que una buena parte de ese incremento viene dado por la crisis económica, que ha obligado en los últimos años a muchas familias a ajustarse el cinturón y optar por esta solución de pagar una renta al mes frente a la tradicional casa en propiedad. Sin embargo, otra buena parte de ese aumento del alquiler en el concello de Ourense y los pueblos de su entorno se debe "a que la falta de oportunidades laborales de la gente en el rural, lleva a muchas personas a trasladarse a la ciudad y los polígonos de su área de influencia, y estas personas deciden vivir en alquiler", explica el presidente de Fegein, Benito Iglesias.

De hecho, mientras el alquiler en la comarca de Ourense supone el 14,8 % del total de primeras viviendas y ese porcentaje se dispara hasta el 20,8 % cuando se habla del concello de Ourense (donde alquilar un piso de 80 metros cuesta 330 euros de media), si se trata de la provincia en su conjunto se reduce a la mitad el peso específico de las viviendas en alquiler, que tan sólo son el 10,2 % del total. El hecho es que en el rural ourensano, la inmensa mayoría de las primeras viviendas son en propiedad -casi un 90 %-.

Ese éxodo poblacional de los pueblos ourensanos a la ciudad y muy especialmente a las poblaciones de su entorno queda bien reflejado en los datos del padrón de población del Instituto Galego de Estadística. En él se recoge que mientras poblaciones como Sarreaus -con un descenso de más de 200 habitantes entre 2000 y 2015- o localidades como Porqueira y Calvos de Randín, entre otras, bajaban de los mil habitantes en ese mismo periodo, Barbadás, Pereiro de Aguiar o San Cibrao das Viñas -pueblos todos ellos del entorno de la capital provincial y situados al lado de las grandes áreas industriales- incrementaban su población en los últimos cinco años.

La gran mayoría de esa población que recala en Ourense y su entorno "no adquiere casas en propiedad sino pisos en alquiler, un mercado que, de hecho, se está incrementando en esas poblaciones", aunque en este momento "está ajustada la oferta con la demanda", señalan desde Fegein.

Está claro que cada vez son más los habitantes de esas poblaciones del rural que deciden trasladarse a la ciudad en busca de ese puesto de trabajo que no encuentran en su pueblo natal y ese flujo de población parece que no se va a detener en el medio plazo. De hecho, en el último informe de los empresarios inmobiliarios no se duda en hablar de "cambio de tendencia", subrayando que el pasado año, los contratos de compraventa firmados en Ourense fueron 1.191, mientras que los de arrendamiento se disparaban hasta los 3.506.

La ciudad de Ourense y su área de influencia se acercan a la media nacional, que sitúa en un 21,2 % los hogares que viven en régimen de alquiler, aunque todavía está lejos de ese 30 % que supone esta opción a nivel comunitario, donde el alquiler lleva años establecido como opción.

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