Manuel Domínguez Rodríguez (02/07/1992) es un trabajador social que ha vivido en primera persona la crisis migratoria de los refugiados en la ciudad austríaca de Salzburgo
Han sido mucho los jóvenes que tras estudiar en alguna Universidad de España han tenido que emigrar para poder desarrollarse y formarse profesionalmente. Manuel Domínguez Rodríguez (02/07/1992) es un periodista titulado que actualmente ejerce como trabajador social en una empresa de Salzburgo dedicada a ayudar a niños. Aprende alemán, mejora inglés, y es solidario con las personas que lo necesitan.
Especialmente, estos últimos meses con la llegada masiva de los refugiados. Una crisis migratoria que ha tenido en Salzburgo, uno de los epicentros más importantes del movimiento de los refugiados hacia un futuro mejor.
¿Qué tiene de importante la ciudad de Salzburgo a la hora de abordar la temática del movimiento refugiado?
Pues Salzburgo es la ciudad importante de Austria que se encuentra más cercana a la frontera alemana. Se puede llegar incluso a pie, lo que provoca que sea la última parada de todos los refugiados que vienen con el deseo de alcanzar Alemania y con ella el sueño europeo.
¿Cómo se ha vivido la situación desde la llegada masiva de refugiados?
Ha sido un caos. La gente en España no puede ser consciente de lo que se ha vivido aquí estando tan lejos, de ahí que me duelan muchos comentarios que puedan hacerse desde mi país. Diariamente hablamos de que unas dos mil personas llegan a la estación de Salzburgo con la idea de ir a Alemania. Es duro ver a dos mil personas, abuelos, padres e hijos con su vida en una bolsa o en una mochila. Las imágenes que se han podido ver aquí son muy pero que muy tristes.
¿Cómo ha afectado a la ciudad esta llegada masiva de personas?
Desde un primer momento la gente se ha volcado con su ayuda. Donando ropa, alimentos, ayudando en la estación… Sólo tienes que ver el concierto que se celebró en Viena por ellos, estaba totalmente repleto. El gobierno además destinó miles de euros para la manutención de los refugiados tanto en la estación como en la frontera. Se habilitan centenares de camillas con mantas… Alemania no puede acoger a todos y cada uno, de golpe y porrazo. Salzburgo fue como la ciudad de paso para la tramitación de papeles.
¿Y la situación actual?
Ahora, está mucho más calmada pero ha llegado a haber días en los que los propios refugiados trataban de llegar a la frontera por las autopistas…
Personalmente, ¿qué opina sobre el tema?
Para mí es simple. Si nuestros hijos estuvieran al borde de la muerte haríamos lo que fuera por librarlos de ello y cuando uno dice lo que fuera es lo que fuera. ¿Quién le va a negar a un padre salvar a su hijo? A veces cuando se habla no se piensan las cosas. Estas personas se van de sus países porque no les queda más remedio, como el gallego que se fue a Suiza o el que se fue a Sudamérica. Sólo quieren trabajar y salvar a sus familias. Hay que ser compresivos con su situación.
¿Qué es lo que le ha llevado a ir de Ourense a Salzburgo y que es lo que hace allí exactamente?
Tuve la suerte de recibir una oferta de empleo como monitor de tiempo libre por parte de la asociación social Kinderfreunde (amigos de los niños) y desde hace ocho meses trabajo con niños y adolescentes, especialmente inmigrantes, en diferentes proyectos que lleva a cabo por asociación por toda la provincia de Salzburg. Existen proyectos con trabajos en parques, festivales, guarderías, centros juveniles…
¿Y desde la empresa se ha trabajado con los refugiados?
Por supuesto, ya para empezar y sin hablar aún de los “nuevos” países en guerra, Kinderfreunde ha sido un pilar básico para muchos jóvenes y familias con niños que en las últimas décadas llegaron a Austria tras lo ocurrido en los Balcanes. Los centros juveniles reúnen a un montón de jóvenes serbios, bosnios, croatas…y gracias a ellos tienen ese lugar de reunión para aclimatarse a un nuevo país, hacer amigos… son lugares muy importantes.
¿La empresa trabaja con todo tipo de refugiados o solo niños?
Kinderfreunde (la empresa) trabaja espacialmente con los niños. Sobre todo desde septiembre o así cuando comenzaron a llegar y aún continúan en ello.
¿Le pareció correcto el cierre de fronteras por algunos países después del atentado yihadista en Paris?
Al final si uno analiza los datos gran parte de los que atenta son personas de guetos dentro de las propias ciudades. La gente que sale de Siria o Afganistán, por poner un ejemplo ya que es el perfil de persona que llega aquí, es gente preparada a la que una guerra le ha privado de todo y lo que quiere es trabajar y salir de la pobreza, todo lo demás es secundario.
¿Cuál será el futuro de los refugiados?
Si Europa no aborda este tema a nivel continental va a ser muy complicado. Alemania no puede acoger a todo lo que llega y la burocracia lleva su tiempo. O Europa trabaja unida y abre alternativas o la potencia europea se verá desbordada. Algo que pagaremos todos, de ahí que no entienda la política española en cuanto a este tema.
