EN OURENSE

Los expertos creen que la natalidad solo aumentará en Ourense con más inmigración

photo_camera Una mujer con un carrito de bebé en la rúa do Paseo.

Advierten de que la fuerte caída de nacimientos en Ourense tiene difícil regresión sin la llegada de personas más natalistas

La situación demográfica en la provincia de Ourense vive momentos complicados. "O traemos turistas e inmigrantes o sobrarán comercios, y más con el comercio online", explica el doctor en Sociología y experto en movimientos demográficos en el Campus de Ourense Alberto Saco. Cada vez una población más envejecida, menos jóvenes, nacimientos bajo mínimos, las defunciones se mantienen... Ourense fía ya solo a la llegada de inmigrantes el freno a la despoblación.

Las soluciones no son fáciles, no hay varitas mágicas. "Hay que encontrar nichos de empleo para la población inmigrante, que sí está en alza", señala Saco. Este experto ve en la llegada de inmigración la única salida que a corto plazo para recortar la caída de los alumbramientos, debido a que la población local está "muy envejecida".


Horizonte económico


No solo centra las soluciones en ese apartado, sino que lo extiende a los problemas de índole económica. "Hace falta algo de horizonte económico y facilitar realmente la conciliación para que la fecundidad se mantenga". Eso pasa por buscar y aprovechar los nichos de empleo, que según este profesor están "en el sector primario (agroganadero y forestal) y los servicios (turismo). Sin actividad en los espacios rurales, no hay paisaje".

Ourense está en el podio de la caída de nacimientos, solo por detrás de La Rioja y Badajoz, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística esta semana, aunque la pérdida de población es general en toda España. "La fecundidad de Ourense es responsable, responde a las circunstancias. ¿En qué van a trabajar", se pregunta Saco, que insiste en "importar población" para evitar que "se encoja la demanda interna de servicios".

El catedrático de Análise Xeográfica Rexional en la Universidade de Santiago de Compostela Rubén Camilo Lois dice que la situación en Ourense es "tráxica", sobre todo porque los datos "non reflicten a realidade, xa que hai nais que teñen fillos na cidade, pero figuran como residentes no rural". La sociedad es "non natalista", por lo que la clave sigue siendo "traer de forma ordenada inmigrantes, poboación nova, en pequenos grupos, como xa se fixo con éxito en lugares do norte de Europa. Hai que crear emprego e condicións de vida para eles; é complicado, é máis difícil de facer ca nas áreas da Galicia occidental. É un problema serio". Así, Lois fía también a la inmigración la capacidad de revertir la despoblación y, en el caso de Ourense, aprovechando el rural. "Temos unha vantaxe, hoxe hai condicións de vida para poder vivir no rural ourensán, que non debera xerar desemprego", recuerda.


Sin dramatismos


El catedrático de Sociología en la Universidad de A Coruña Antonio Izquierdo señala que la tendencia negativa a nivel nacional "no es nada dramático" y achaca la caída al retraso en la edad para tener el primer hijo y a la infecundidad voluntaria o involuntaria de las mujeres. "Ningún sociólogo se extrañará de ver estas gráficas y no es necesariamente negativo, el país no se extingue por esto", dijo Izquierdo.

El geógrafo y docente en Ciencias de la Educación del Campus Xosé Constenla, por su parte, sostiene que "non hai que dramatizar" y que se debe entender el descenso en "clave global". Cree que la crisis demográfica "é imaxe da crise da sociedade occidental en clave periférica", y señala que no cree en las políticas de natalidad: "Hai que traballar nas condicións estruturais, un nicho de turismo non achega poboación". Por último, Constenla llama a "investir nos lugares onde aínda queda algo de vida e a curto prazo non enredarse con plan estrela". 

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