SEGURIDAD VIAL

Expertos en movilidad piden más pasos de cebra elevados en Ourense

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photo_camera Paso de cebra elevado en la carretera de A Granxa, uno de los últimos que se ha instalado.

El Concello apenas cuenta con una decena en zonas periféricas, pero no en las principales arterias

La reciente instalación de dos pasos de cebra elevados en la N-120, a su paso por el barrio de O Pino, para cumplir unas viejas reivindicaciones de la asociación vecinal, lleva a expertos en movilidad consultados por este periódico a pedir al Concello que apueste por su colocación en otros puntos de la ciudad, al entender que es el método más efectivo para la prevención de atropellos y la pacificación del tráfico.

Además de en el barrio de O Pino, en la actualidad Ourense solo cuenta con pasos de peatones de estas características en zonas periféricas, como pueden ser, entre otras, el vial que se dirige a Oira, el barrio de As Camelias, la rúa do Vinteún, Eiroás o la carretera de A Granxa, instalado hace un año aproximadamente por la Xunta para mejorar la seguridad. Se resisten a estos instrumentos las principales arterias de la ciudad, con problemas de atropellos en los últimos años.

El portavoz de Stop Accidentes, Benito Bouzada, una de las figuras que más se ha implicado en los últimos tiempos en las iniciativas para mejorar la calidad de vida de los peatones con diferentes campañas, mantiene una opinión clara sobre estos pasos de peatones.

"Por supuesto que son necesarios, ya en la primera reunión que tuvimos de la mesa de movilidad llevamos un decálogo en el que una de las ideas tenía que ver con la instalación de reductores de velocidad, porque conllevaría que esas zonas estarían primando al peatón", sostiene.

Mientras, el experto Javier Barreal, que trabaja en el proyecto Móvete por Ourense aboga por "ponerlos en todos los cruces", poniendo el ejemplo de Pontevedra, como también hace Bouzada, un ejemplo de modelo de movilidad desde hace años. "Sería perfectamente exportable aquí, donde tenemos verdaderas autopistas en las que si no se ponen impedimentos físicos, los coches no pararán. La única manera que conozco para obligar a reducir la velocidad es una barrera física, porque la otra sería limitarla con tecnología", afirma Barreal, que añade ejemplos de los buenos resultados que ofrecen los pasos elevados: "En O Vinteún, que era una locura, pusieron uno y se acabaron los problemas".

Más cauto es el presidente de la Federación Limiar, Manuel Mosquera, que entiende que "hay que esperar a culminar el trabajo en el Móvete por Ourense" para diseñar un modelo global de movilidad en la ciudad.

Una opinión similar mantiene el gobierno municipal, que ha depositado sus esperanzas en el proceso participativo. El propio alcalde, Jesús Vázquez, manifestaba en su visita a los pasos de peatones instalados en el barrio de O Pino que la planificación se está debatiendo en los grupos de trabajo confeccionados para ello. 

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