HACE UN AÑO DE SU MUERTE

La familia pide celo policial para detener al asesino de Socorro Pérez

OURENSE. 06.06.2015. ZONA SEMINARIO, LEVANTAMIENTO DEL CADAVER DE SOCORRO PEREZ. FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera El cádaver fue descubierto 36 días después de la desaparición.

Los investigadores creen que a la víctima la mataron antes de ser agredida sexualmente. Estaba de pie cuando fue golpeada y no hubo forcejeo 

El próximo lunes se cumple un año de asesinato todavía sin esclarecer de Socorro Pérez, una vecina de O Couto de 43 años que, como tantos días, aprovechó aquel sábado de principios de mayo para salir a correr. Aunque ese día no regresó a casa. 

Su cuerpo sin vida apareció en una zona boscosa del alto del Seminario (una de sus rutas de running) treinta y seis días después. Tres amigos de la familia, quienes de forma desinteresada aprovechaban su tiempo libre para buscar a la hija única de sus amigos, Modesto y Josefa, hallaron restos óseos con ropa deportiva cubiertos con matorrales.

Y no hizo falta esperar a la autopsia para confirmar las primeras sospechas sobre la identidad (por la ropa que vestía) y el móvil sexual del crimen (por la posición del cuerpo y los pantalones bajados). Un análisis un poco más en detalle corroboró que Socorro Pérez había sido golpeada con fuerza en la cabeza con una piedra cuando aún estaba en pie, aunque los análisis forenses en detalle no hallaron muestras biológicas con las que corroborar la violación y, mucho menos, el ADN del asesino.

La Unidad de Delincuencia Violenta y Especializada (UDEV) de la Policía Nacional, equipo al que encomendaron el caso semanas después de denunciarse la desaparición -antes lo llevó el Servicio de Atención a la Familia (SAF), busca al asesino entre aquellos varones con antecedentes o condenas por delitos sexuales (1.200 en Galicia).

Y, a falta de otro ovillo, tira del hilo de las conexiones telefónicas registradas en torno a la hora de la muerte (21.00 horas del 2 de mayo de 2015) para saber quién estaba en el Seminario con un teléfono operativo. La tarea no es baladí, teniendo en cuenta que rondan el millón de comunicaciones (llamadas, conexiones a internet, mensajes). "Tenemos muchos datos y estamos trabajando sobre ellos", aseguran desde la UDEV. En el mejor de lo casos, calculan que no será antes de un año cuando obtengan algún dato concluyente.

Los investigadores de esta unidad reconocen que el estado de deterioro del cadáver dificulta mucho su trabajo, basado en hipótesis policiales y de los forenses. Una de ellas, es que la víctima murió antes de ser agredida sexualmente, ya que el fuerte traumatismo craneoencefálico lo recibió estando de pie y no hay evidencias de forcejeo.

Precisamente, los cientos de interrogantes sobre el caso inquietan a la familia, que implora que "el caso no quede dormido en un cajón", asegura el portavoz, Jesús María Pérez Barreiros. Un año después su mensaje no es otro que "pedir a la Policía que se ponga las pilas". Reclaman "todo el celo posible para que no quede impune y se haga justicia".

"Desgarro personal"

Los padres de Socorro Pérez reviven con "un tremendo desgarro personal" todo lo acontecido hace ahora un año". La familia no está satisfecha con los pasos que se dieron en este caso y habla de "errores graves". "En un principio, creyeron que se trataba de una marcha voluntaria o un suicidio y se hizo una investigación de andar por casa", apostilla Pérez Barreiros. También echó en falta medios: "Los especialistas de Madrid llegaron 15 días después de la aparición del cadáver", añade.

A partir de este jueves, comienzan una serie de movilizaciones en memoria de la víctima pero también para reivindicar una resolución del caso. El jueves, a las 12.00 horas habrá una concentración en la Universidad Laboral, el lugar en donde ella trabajaba. El lunes, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte, amigos, familiares y vecinos se darán cita frente a la Subdelegación del Gobierno a partir de las ocho de la tarde.

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