EN LA CIUDAD

Feira do 21, regreso al pasado para quedarse

Los trajes de época tomarán el barrio en una fiesta con vocación de continuidad

"Tomando aire" anda Senén Rodríguez, el presidente de la asociación de vecinos Santa Teresita do 21. Porque la tan esperada feira ya asoma la patita detrás de la puerta. Mañana sábado es el día, en la plaza de Diego González Blanco. "Tomando aire porque esto va ya a toda máquina, ya no hay vuelta atrás", detalla Rodríguez, que ya ha escogido traje para la ocasión. "A primera hora estaré con ropa de trabajo porque habrá que ultimar todos los detalles, espero liberarme lo antes posible y vestirme de tratante, aunque no vaya a tratar nada", anticipa.

La Feira do 21 llega con la intención de quedarse. Es la suya pero sobre todo la de los organizadores, una feria que se celebre todos los años, "como la de la historia en Ribadavia o la del Esquecemento en Xinzo", detalla Rodríguez.
Por unas horas, el barrio do Vinteún retornará al pasado, por sus calles abundarán los trajes de época. "La intención es retrotraernos al periodo comprendido entre los años 20 y 40. Todo de época, los vestidos, los puestos, los coches, el camión de bomberos...", adelanta.

Las 11,00 es la hora señalada para la apertura del mercado pero también para carpas con dos ambientes, una con exposiciones y otra con juegos y juguetes clásicos; al mediodía ya estarán todos de concierto, el de la coral Rondalla; para las 12,45 está prevista la actuación del grupo Gomes Mouro, música tradicional al poder.

La comida, a partir de las 13,00. Nada de carritos ambulantes tan de moda, mesa y mantel como toda la vida. Empanada, pulpo, carne o caldeiro, churrasco... Con música, con pasacalles a cargo de grupos de gaitas. 

Se espera a mucha gente ávida de experiencias nuevas pero a la vez viejas. Un pequeño bus turístico partirá desde el parque de San Lázaro a las 11,00, 13,00, 16,00 y 18,00 y hará lo propio desde el punto de llegada, a las 12,00, 14,00, 17,00 y 19,00 horas. 

La tarde estará dedicada a los juegos populares, pero también al sorteo de la bicicleta antigua valorada en 220 euros y a la diversión cantando y bailando con una foliada en la plaza. Metida ya la noche, queimada con charanga. Coincidiendo con el cambio de día, fin de fiesta.

Barbero a pie de calle

No faltará tampoco una representación de oficios tradicionales, tales como tallaje de madera, cantería, cestería o cerámica también han encontrado un hueco en el programa, como el peculiar barbero que afeitará barbas y cortará el pelo en plena calle.

Una feria que se precie tiene que contar con afiladores. También los habrá, como barquillos, castañas o churros. Todo para disfrutar de un sábado en el que se habrá detenido el tiempo. 

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