Cada 13 de mayo, miles de devotos peregrinan hacia la Catedral detrás de la patrona del santuario de O Couto, inundándola de pétalos y sosteniendo antorchas. Ni el obispo duda en afirmar que es "la procesión de Ourense"
La procesión de Fátima no es una procesión, es "la" procesión. La Virgen que sale cada 13 de mayo de su santuario de O Couto en una peregrinación hacia la Catedral concentra siempre a miles de devotos. "Sin ninguna duda, es la procesión de Ourense. La más popular. Fátima es un fenómeno curioso", asegura el obispo, Leonardo Lemos, que vivió el acto tradicional a pie de calle, entre la multitud de fieles, y en el altar de la Catedral, donde ofició la misa solemne.
"En mis seis años en la diócesis he visto siempre un mogollón de gente", destaca el obispo, que ya no se asombra por la atracción de la Virgen de O Couto. "Me sorprendió la cantidad de gente joven en actitud orante. Vivimos en un lugar en el que a pesar del secularismo, hay una profunda sensibilidad religiosa", añade Lemos. Sobre las nuevas generaciones, el obispo destaca la asistencia a las misas "desde las siete de la mañana, con muchos matrimonios jóvenes".
"Había moita xente. Nun momento, a cabeceira da procesión estaba en Progreso e a cola en Dalí. As rúas, atiborradas", se ennorgullece el párroco de la iglesia de Fátima, Celso Rodríguez. "Sempre é multitudinaria, pero non so ven xente de toda a cidade. Tamén hai forte tradición en parroquias de Lugo ou Chantada que se acercan ata Ourense para a procesión. E moita xente dos pobos, onde hai moita devoción", precisa el sacerdote.
Ervedelo, Progreso, Cruz Roja y Lamas Carvajal fueron testigos del "fenómeno curioso" que cada año llena de fe y pétalos las calles. Pero la procesión es solo el broche final a la novena y a los actos religiosos previos a la gran fiesta de Fátima. "La ofrenda floral ha sido apoteósica", asegura el obispo.
