AGOTARá TODOS LOS RECURSOS

La fiscal recurrirá el archivo por la mortandad del Barbaña

Considera que la depuradora cometió una imprudencia grave al no activar el tanque-pulmón

La fiscal responsables de delitos medioambientales, Carmen Eiró, aseguró ayer que el ministerio público, al igual que hará Ríos Limpios, agotará todos los recursos a su alcance para intentar que la mortandad de peces el 24 de junio de 2009 no quede impune desde un punto de vista penal. Por ello, recurrirá el auto de archivo decretado por el juez de la causa, Leonardo Álvarez, ante el propio juzgado (recurso de reforma) y ante la Audiencia (apelación). El magistrado entiende que no se puede reprochar penalmente a la depuradora porque no es la que provocó el vertido industrial a la red de saneamiento que conecta con esa infraestructura sino un agente no identificado.

Para la representante de la acusación pública, los responsables de la estación depuradora de aguas residuales de San Cibrao -la empresa Espina y Delfín- cometieron "una imprudencia grave" al no contrarrestar el vertido de carácter ácido que les llegó ese día. "No hubo dolo, pero sí una imprudencia", asegura Eiró, para quien la conducta negligente en la gestión del vertido se evidenció en la ausencia de medidas correctoras, esto es, la no puesta en marcha del tanque pulmón con el que cuentan esas instalaciones.

La fiscal sostiene que un deficiente funcionamiento de la Edar fue la causante de que al dominio público hidráulico llegasen un derrame altamente tóxico y contaminante para la que no estaba autorizada. Recuerda que el sistema cuenta con un tanque pulmón o cantador primario con el que abordar los vertidos industriales aunque permanece inactivo (tiene un alto coste económico). Según un informe de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil aportado a las diligencias, ese tratamiento físico químico permite la regulación del Ph y la posterior decantación de las sustancias contaminantes en el tanque-pulmón.

Para el ministerio público, en el caso de estar en funcionamiento todos los elementos e instalaciones de la Edar los residuos que entraron en la planta no hubieran ocasionado la muerte de 17.013 peces continentales de especies distintas, tanto autóctonas como exóticas, así como numerosos macroinvertebrados, lo que provocó, así también lo reconoce el juez, "un grave perjuicio para el equilibrio del ecosistema fluvial".

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