JUZGADO/OURENSE

Los fiscales, satisfechos con el nuevo edificio judicial

photo_camera El fiscal jefe, Florentino Delgado, coordinó ayer el traslado junto a los técnicos de mantenimiento.

Modificaron el proyecto durante la ejecución del edificio para ganar confort

Los fiscales comenzaron ayer la mudanza al inmueble de O Couto, un traslado que se prolongará durante hasta mañana dado el volumen de funcionarios adscritos a este órgano de relevancia constitucional, integrado con autonomía funcional en el Poder Judicial.

Los 16 representantes del ministerio público y agentes que velan por la oficina judicial dejan la quinta planta del Pazo de Xustiza de Concepción Arenal para ocupar la quinta y sexta planta del nuevo edificio . El cambio convence a la inmensa mayoría ya que ganan confort.

Los fiscales ya no tendrán que compartir despacho (en O Couto son todos individuales salvo uno) y la oficina de tramitación es amplia y luminosa ya que ocupa el espacio central de la sexta planta. El ruido del aparataje de aclimatación es el único inconveniente que resaltan algunos de los agentes de justicia.

Precisamente, fue la preocupación del fiscal jefe de Ourense, Florentino Delgado, por modificar durante la obras de construcción las disfunciones detectadas las que han hecho posible que ahora el espacio convenza a sus ocupantes. De hecho, la configuración final de la sexta planta poco se asemeja a los espacios concebidos en el proyecto primigenio de los arquitectos.

La reubicación de todo el personal, documentación y archivo es una tarea complicada que, a juicio del fiscal jefe, "requiere tiempo y organización".

La fiscalía mantendrá también sede en el Pazo de Xustiza, en donde continuará toda la infraestructura adscrita a Menores así como la sección de secretaría que atiende a la Audiencia (juicios, recursos, ejecutorias). También conservarán despacho el fiscal jefe y el teniente fiscal (infraestructura institucional) así como otros dos más para aquellos que acudan a juicios en la Audiencia, organismo que continuará en el viejo edificio. Delgado calcula que los fiscales aún conservarán poco más de la mitad de la quinta planta del Pazo.

"El cambio es complicado de articular pero satisface nuestra necesidades", aseguraba al final del primer día de mudanza el máximo responsable de la fiscalía en Ourense.
 

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