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La Fiscalía determina que Aniceto Rodríguez "es una persona mala"

photo_camera Aniceto Rodíguez durante la jornada de juicio por el crimen del CHUO en la Audiencia Provincial de Ourense.

"Aniceto Rodríguez es una persona mala que bajo una apariencia de debilidad sabía perfectamente lo que hacía".

Con esta contundente afirmación, el fiscal del caso, Julián Pardinas, ha ratificado su petición de 39 años de prisión para Aniceto Rodríguez, acusado de asesinar presuntamente a su esposa Isabel Fuentes en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) el 8 de mayo de 2015, cuando ella se recuperaba de una agresión anterior ocurrida en el domicilio de Pazos, en Verín.

Así lo ha indicado el representante del Ministerio Público durante la última jornada del juicio que ha acogido la Audiencia Provincial de Ourense contra Aniceto R. por un delito de intento de asesinato y otro de asesinato consumado, y también ha pedido una "sentencia ejemplarizante" para el acusado, por lo que ha descrito como un "acto de violencia de género en toda su extensión".

Los hechos tuvieron lugar el 8 de mayo de 2015 en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, CHUO, cuando el acusado, tras una primera agresión ocurrida un mes antes en el domicilio conyugal de Pazos, presuntamente asesinó a su esposa clavándole un cuchillo en el pecho.

Tras la agresión mortal, el procesado se causó a sí mismo varias puñaladas en el abdomen, brazo izquierdo y cuello, que le provocaron una hemiplejía e infarto cerebral.

Para el fiscal, Aniceto Rodríguez es el autor de sendos hechos, primero, de la agresión de Pazos, donde ha considerado acreditado que el acusado golpeó a la víctima "reiteradamente" con un martillo, mientras Isabel dormía en el sofá, para lo cual "preparó" el escenario. De tal gravedad ha calificado los golpes que manifestó que prefería "pensar que no se enteró".

Tras este primer episodio, la fiscalía cree que el acusado, aprovechando que "conocía la rutina hospitalaria" y que era "la primera vez" que se quedaba solo con su esposa en la habitación, le asestó varias puñaladas que acabaron con su vida.

El acusado, que permanece en prisión por estos hechos, es carnicero de profesión.

Ha explicado además el fiscal que Isabel Fuentes no tuvo "ninguna capacidad de defensa", en ninguno de los dos episodios, y también ha rechazado que el acusado sufriese trastorno alguno.

Así, ha pedido una "sentencia ejemplarizante" para el acusado "en nombre de la sociedad, porque son muchas las mujeres que están muriendo a manos de hombres que creen que les pertenecen", al entender que Aniceto R. es único "responsable" de un crimen "cometido en dos etapas", primero en el domicilio conyugal y después en el hospital.

"A Isabel la mataron dos veces", ha sostenido igualmente la abogada que se ocupa de la defensa de la familia de la víctima, Beatriz Seijo, quien cree que Aniceto R. "planificó" un "plan diabólico" que tenía como finalidad acabar con la vida de su mujer, con la agravante de ensañamiento al entender que se causó "un deliberado sufrimiento" a la víctima.

"Aniceto sabía que se le acababa el tiempo y que había sospechas sobre él", ha añadido Seijo, quien reclama 49 años de prisión para Aniceto Rodríguez, de 79 años en la actualidad.

La letrada también ha denunciado la desprotección de la víctima y que no se adoptasen medidas judiciales contra él, algo que el juez ha considerado impertinente por no formar parte de los hechos enjuiciados.

"No se le dio a la familia la oportunidad de intervenir para tratar de salvarla", ha sostenido, no obstante.

Por su parte, la defensa de Aniceto ejercida por Jorge Temes -quien pide un máximo de 7 años de prisión por un delito de lesiones y homicidio consumado con atenuante de trastorno mental en caso de condena- ha descartado un intento de homicidio en la agresión de Pazos al entender que hubo un rasgo "absolutorio", en referencia a que su cliente "alertó a los vecinos" de que "me han matado a Isabel" y que se avisó a los servicios sanitarios, pudiendo salvar a la víctima.

Ha cuestionado la intervención de la Guardia Civil en la casa, donde ocurrió el primer ataque, y que "se abandonara" la línea de investigación de un robo con violencia. También ha pedido que se tenga en cuenta el trastorno mental del acusado por el daño cognitivo del ictus.

Para ello, se ha remitido a las valoraciones del equipo de psiquiatría realizadas acto seguido a su intento de autólisis, en las que se apunta que el acusado padeció un "deterioro cognitivo" y "alteración de la memoria", aunque han precisado que esto no es concluyente ya que puede recuperarse con el tiempo.

Además, ha llamado la atención sobre el hecho de que en el cuchillo no se hallasen restos de ADN de Isabel y que hable en la nota manuscrita "en plural" y no en primera persona, dejando abierta la posibilidad de la intervención de terceras personas.

En su derecho a la última palabra, Aniceto Rodríguez se ha limitado a decir que "no entendí nada".

El juicio, que acogió en una jornada separada, una prueba anticipada con los informes forenses, ha quedado visto para sentencia. 

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