JUICIO | MALTRATO

Unanimidad médica: Izan era un niño maltratado ‘de libro'

La vida del bebé estuvo en peligro por un traumatismo craneal por impacto con una superficie dura

La opinión de los seis médicos que comparecieron como peritos en el juicio seguido en la Audiencia por maltrato en el ámbito familiar, lesiones y tentativa de asesinato a un bebé, fue unánime: el niño de 10 meses que atendieron o examinaron en marzo de 2014 fue golpeado. Y no una, sino en varias ocasiones.

El pequeño Izan presentaba todos los síntomas "que aparecen en los libros", en palabras de los forenses, cuando describen el síndrome del niño zarandeado o apaleado: fracturas de huesos (algunas ya consolidadas), traumatismo craneal, daños articulares, hemorragias retinianas (ojos) y hematomas. Es más, el responsable del Instituto de Medicina Legal (Imelga) en Ourense, Julio Jiménez, no pudo ser más ilustrativo cuando dijo que nunca había visto "un cuadro tan característico de un niño con ese síndrome".

Una pediatra relató que el bebé lloraba cuando lo cogía en brazos un hombre, calmándose cuando lo hacía una mujer

También los médicos coincidieron al descartar por completo las versiones de los inculpados,  Alba P.C. y Víctor G.F., la madre del niño y su entonces pareja, sobre que Izan pudo haberse golpeado con la cuna o debido a un frenazo en el coche cuando iban camino de Urgencias en el momento en que su estado de salud se complicó. La fractura craneal con hemorragia que motivó su ingreso en la UCI se debió a "un mecanismo de alto impacto" contra una superficie dura. Y hasta hubo una tercera coincidencia sin fisuras: la vida del pequeño estuvo en peligro, de hecho llegó a convulsionar a las pocas horas del ingreso.

Aunque fueron las radiografías y el TAC craneal las pruebas que revelaron la entidad de las lesiones del bebé (múltiples fracturas), las pediatras ya advirtieron en un primer momento hematomas en la cara y el tórax sospechosos y "apreciables por cualquiera".

Una de las facultativas reparó en que el niño, en el tiempo que estuvo ingresado, lloraba cuando un hombre lo cogía en brazos, calmándose,  por contra, con su propia madre o el personal femenino de la UCI pediátrica.

El fiscal también acusa a la madre ‘por no hacer nada'

El fiscal reclamó 14 años y 10 meses para el acusado y 12 año y 8 meses para la madre. Para el fiscal, Víctor es el "autor material" y "la única persona que pudo llevar a cabo la acción agresiva y violenta sobre el menor" que se encontraba a su cargo mientras su compañera estaba en un curso de Cáritas. Sostiene, además, que la madre "conocía perfectamente" la conducta agresiva de su pareja, pero que "no hizo absolutamente nada".

La abogada del procesado dijo que "no existen datos" que demuestren que haya provocado lesiones al niño y resaltó que su actuación el día de los hechos al practicarle un masaje cardíaco y llevarlo al hospital "le salvó la vida". En su alegato final, recordó que en los días en los que se produjeron las lesiones el menor "estuvo en muchas manos".

El letrado de la madre del niño también reclamó la absolución e incidió en que si los acusados hubieran querido la muerte del menor "no lo hubieran llevado a la Residencia". También descartó la complicidad de Alba al señalar que ni siquiera los médicos que realizaban las revisiones habituales del niño detectaron las fracturas.

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