MEDIO AMBIENTE

El fuego quemó 515 hectáreas más en tres días en Ourense

photo_camera Una pala trabaja en un cortafuegos, durante el incendio en Palmés, parroquia de Ourense.

Controlado el incendio en Palmés tras 34 horas de trabajos con un gran despliegue de medios 

La semana 31 del año, la que en la serie histórica que cada septiembre llega al Parlamento marca el inicio del pico de fuegos veraniegos en Ourense, comenzó este año con dieciocho siniestros en el monte, entre el lunes y el miércoles. Se registraron tres incendios con más de un centenar de hectáreas afectadas.

El más grave, en Palmés (Ourense), fue dado ayer por la mañana por controlado después de 34 horas de trabajos con el mayor despliegue de medios de lo que va de campaña en la provincia. Se perdieron 230 hectáreas según la estimación de Medio Rural. Intervinieron 48 brigadas -casi la mitad de las que el Pladiga sitúa en Ourense, incluyendo las municipales-, 20 motobombas -una menos de la mitad de la dotación provincial-, 12 helicópteros y 11 aviones, incluyendo varios aparatos del Ministerio de Agricultura.

En Palmés fue necesario evacuar a tres trabajadores de los servicios de extinción, dos a causa de intoxicación por humo y otro por un golpe de calor.

La lluvia del miércoles por la noche y el descenso de las temperaturas frenaron ayer el azote. Los otros dos grandes incendios del principio de semana se saldaron con 102 hectáreas calcinadas en A Mezquita en un siniestro que estuvo activo prácticamente todo un día, el martes, y otras 102,45 en Vilardevós, que también empezó el martes y se dio por extinguido el jueves de madrugada.

En A Mezquita, la superficie afectada fue toda de Red Natura -la mitad del concello goza de esa calificación medioambiental-. Arrasó 57 hectáreas forestales, y se llevó por delante una población de rebolos (carballos pequeños) y castiñeiros. El fuego se concentró en el triángulo que forman A Mezquita, Santigoso y Chaguazoso en torno a la comarcal 311 al pie de Pena Maseira. No llegó a terrenos del Parque de Montesinho, al otro lado de la frontera. Dos explotaciones ganaderas tuvieron que sacar a las vacas y guiarlas lejos del fuego.

En Vilardevós, la mayoría de la superficie quemada fue terreno raso. El viento fue el principal enemigo de los equipos de extinción y los trabajos se desarrollaron sobre todo en tierra. Entre el lunes y el miércoles hubo otros tres incendios vastos. En Sabadelle (Pereiro) fueron 21 hectáreas; en Luzenza (Cualedro) 21,6; y en Entrimo, activo los tres días, 19,2. En total, excluyendo la superficie perdida en conatos y otros menores, se quemaron 515 hectáreas en ocho fuegos. La diferencia respecto a las semanas anteriores es que los incendios se concentraron en la demarcación del distrito XIV, al sur de la provincia, donde el riesgo seguía siendo máximo ayer.

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