REPORTAJE

Fusión con acento de Cenlle

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photo_camera El investigador ourensano Ulises Losada Rodríguez.

Un científico ourensano está desarrollando su tesis doctoral en el estudio del complejo proceso de la fusión nuclear, experimentando la manera de que la producción de plasma pueda ser lo menos turbulenta posible.

Un nombre y un adjetivo, fusión nuclear, bastan para dejar a muchos sin palabras. La que se considera una de las parcelas de la ciencia más complejas que existen no es más que un proceso de producción de calor, aprovechable para la producción de energía eléctrica. Este es consecuencia de la unión de dos núcleos atómicos, que en determinadas circunstancias de alta temperatura y alta densidad tiene más posibilidades de producirse.


La reproducción de estas condiciones es posible en el interior de unas máquinas llamadas reactores de fusión nuclear, en las que se inyectan los gases que van a generar esta unión de núcleos –hidrógeno, deuterio o, con menor frecuencia por ser altamente contaminante, tritio–. Tras ser calentados y tratados con campos magnéticos o con láser, el resultado del proceso es una sustancia llamada plasma.


Del estudio del plasma se encarga un vecino de Cenlle. Ulises Losada Rodríguez, licenciado en Física en el Campus, está realizando sus estudios de doctorado en la Universidad Carlos III de Madrid y en el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), con una beca del Ministerio de Economía. El investigador ourensano trabaja en el Laboratorio Nacional de Fusión, que cuenta con un reactor.


Ulises Losada explica que el plasma de su interior "é confinado pola imposición de campos magnéticos da orde de mil veces o campo magnético terrestre, e alcanza una temperatura similar á do núcleo do Sol", mientras la parte exterior del reactor se mantiene a la atmosférica. Este desfase tan grande de condiciones en tan escasa distancia –normalmente, de medio metro– generan "un forte comportamento turbulento no plasma, e como consecuencia final, unha degradación no seu confinamento, supoñendo un grave obstáculo para conseguir a fusión nuclear".

Estudio experimental
Sobre esta turbulencia del plasma se centra su tesis doctoral. El científico de Cenlle realiza un trabajo experimental sobre este fenómeno. "No laboratorio fanse descargas de plasma e diferentes diagnoses miden as condicións do plasma", explica, añadiendo que su trabajo consiste en el empleo de sondas eléctricas "para obter medidas directas de potencial eléctrico e corrente que se xera no plasma". Estas medidas son empleadas para estudiar la turbulencia y su evolución, así como las consecuencias que tiene sobre el confinamiento del plasma en el reactor de fusión. "Os resultados experimentais compáranse cos obtidos en simulacións", explica.


El estudio de la naturaleza de estas turbulencias puede derivar en importantes avances para el desarrollo de los reactores de fusión. Pero la importancia del trabajo del investigador de Cenlle podría ir más allá del ámbito estrictamente nuclear. "O campo da Física de plasma do campo da Física atmosférica, e o alto grao de similitude dun reactor de fusión nuclear coa atmosfera terrestre", destaca Ulises Losada, que cita como ejemplo la relación de similitud existente entre el agujero de la capa de ozono y el flujo turbulento. "Que se manteña localizado nos polos está relacionado estreitamente coa supresión de fluxos turbulentos. Podemos dicir, moi por enriba, que nos reactores de fusión prodúcese un fenómeno equivalente", comenta el científico ourensano.

Perspectivas pesimistas
A Ulises Losada le espera en noviembre una estancia en la localidad inglesa de Oxford donde, dentro de su etapa predoctoral, trabajará en el desarrollo de la fase experimental del reactor de fusión nuclear más grande del mundo. Concretamente, su trabajo consistirá en el empleo de una cámara de vídeo ultrarrápida para el estudio de los fenómenos turbulentos que tienen lugar en su interior.


Mirando al futuro, el investigador de Cenlle no ve un horizonte optimista. A su vuelta de Oxford, y una vez logre su ansiado doctorado, comenta, "deberei enfrontarme a unha nova etapa da que non sei ainda onde será". Su situación en similar a la de muchos jóvenes científicos españoles que, ante la falta de oportunidades en su país, se ve obligado a emigrar. Sin embargo, sí percibe una mejora de la situación en lo que a número de becas se refiere, "pero estamos aínda moi lonxe de niveles anteriores aos da crise".


Sin embargo, las becas no son el problema, según Losada, sino la dificultad de los doctores de encontrar acceso a más actividad científica o a la industrial. "É un problema estrutural que envolve a universidades, centros de investigación e industria", manifiesta el científico ourensano. 

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