La administración número 8, en la avenida de la Habana, repartió 19 décimos del 07617, y otro décimo se vendió en A Ponte
Ourense se tuvo que conformar, un año más, con pellizcos de un Gordo de Navidad que, de nuevo, pasó de largo por la provincia. La mayor cuantía en premios se registraba en la ciudad, uniéndose a la fiesta pequeñas pinceladas aportadas por una administración de Bande y un bar de A Rúa.
La administración número 8 de Ourense, en avennida de La Habana, fue una de las protagonistas, al haberse vendido en este establecimiento, 19 de los 20 décimos repartidos en Ourense del 07617 -un cuarto premio que daba 20.000 euros por décimo-. "En total fueron 380.000 euros los que repartimos", explicaba José Ignacio Mugüerza, uno de los dueños del local, que añadía que la razón de que el número fuera vendido en esta administración fue que "un cliente nos pidió el 17 y, como no lo teníamos en décimos, se sacó por el terminal". El cliente en cuestión, del que no se dio a conocer el nombre, "se llevó 10 de esos décimos y los nueve restantes se fueron vendiendo entre el sábado y el domingo", señala Mugüerza.
No es el primer premio del que presume este establecimiento, "ya hemos dado varios quintos de Navidad, hemos dado el Gordo de El Niño, dimos el anterior al Gordo de Navidad hace dos años... estamos muy cerca", asegura este lotero que avisa: "El año pasado descansamos, pero cada dos años, más o menos, damos premio".
El otro décimo de este cuarto premio vendido en Ourense sería expendido en la administración de avenida de As Caldas, en el barrio de A Ponte. Curiosamente, a media mañana, cuando salió el número, el dueño del establecimiento, David Álvarez, apuntaba a este periódico que "no sabemos cuánto hemos vendido, pero creo que han sido sobre nueve décimos". Finalmente todo quedaría reducido a un único décimo -20.000 euros-, aunque Álvarez aseguraba que "es una gran satisfacción que se haya vendido en este local". Una administración de lotería que se estrenaba repartiendo dinero en el sorteo de Navidad, aunque tuvo oportunidad de hacerlo "hará unos siete años, cuando tuvimos durante semanas a la venta un billete con 10 décimos del que finalmente sería el número ganador del segundo premio". El número en cuestión no gustó a los clientes y fue devuelto a Madrid antes de que se celebrara el sorteo, pasando de largo el tren de la suerte que, ahora sí, aunque sea con tan sólo un décimo, ha dejado huella en el barrio.
De hecho eran varias las personas que saludaban al feliz lotero que mostraba el número agraciado en sus manos. Entre ellos, el dependiente de una farmacia próxima que explicaba que "precisamente este año no cogí aquí la lotería, mira tú".
agraciado desconocido
David Álvarez no sabía decir, en la mañana de ayer, quien podía haber comprado ese número premiado. "Tanto pudo ser un vecino como una persona que estuviera de paso y aprovechara el tiempo antes de coger el tren para hacerse con ese número; no sabría decir quien pudo comprarlo".
Aunque ésta fue la puesta de largo de esta administración en un sorteo de la Lotería de Navidad, no es la primera vez que David Álvarez vive la satisfacción de vender un boleto premiado. "En Navidad es el primero, pero en sorteos semanales sí hemos repartido segundos premios, también en boletos correspondientes a la lotería primitiva", señalaba el lotero. El mayor premio registrado por el establecimiento se remonta "a cuando todavía contábamos en millones de pesetas, hará 20 años o así; se trataba de un segundo premio de un sorteo semanal de la lotería".
Una suerte que esta administración espera repetir, pero en este caso en euros, lo más pronto posible. Es posible que la campana suene con el próximo sorteo, el de El Niño.
