ENTREVISTA

Víctor Manuel: "Ganar el festival del Miño de Ourense fue vital para componer mi primer disco"

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photo_camera Víctor Manuel . (EFE)

El cantautor asturiano ofrecerá este sábado en Santiago un concierto que tendrá un ligero toque ourensano: interpretará con el cantautor Emilio Rúa la versión en gallego que éste ha creado de"Canción pequeña"

El cantautor asturiano ofrecerá mañana en Santiago, dentro de la gira que recuerda sus bodas de oro con la música, un concierto que tendrá un ligero toque ourensano: interpretará con el cantautor Emilio Rúa la versión en gallego que éste ha creado de "Canción pequeña".

¿50 años no es nada o es toda una vida?
Toda una vida, claro. Lo cierto es que se me han pasado en un suspiro. Lo he pasado tan bien haciendo este trabajo, que se me ha hecho muy corto todo.

¿Ha sido difícil seleccionar las canciones?
Siempre lo es porque son muchas. Hay unas que, digamos son fijas, que cantas siempre, y luego hay otras que responden a decisiones más arbitrarias. En esta gira he elegido alguna canción que hacía 35 años que no cantaba.

¿Qué tema es inevitable?
"Asturias" o "Sólo pienso en tí" son canciones que nunca puedo dejar de cantar.

Tiene un recuerdo especial de Ourense, ¿cuál es?
Tengo aquí, a la vista el Afilador de Oro que me dieron en el Festival del Miño por "Lazos azules y rosas", una canción que había compuesto, pero que yo no canté, lo hicieron Paco Ruano y Los Unísonos. Para mí aquello fue fantástico,porque de una atacada me vi con 100.000 pesetas en el bolsillo y fue como un bálsamo. Me encerré en casa, me puse a componer y no hice ninguna otra cosa durante más de un año, y de esa hornada de Ourense vienen "El abuelo Vítor", "Paxariños", "El cobarde", "La romería" o "La planta 14", todas esas canciones que están en el recuerdo de mucha gente y que formaron parte de mi primer disco.

Va a cantar mañana con el ourensano Emilio Rúa, ¿cómo surgió?
Como se hacen las cosas ahora. El correo electrónico hace milagros. Me llegó uno de Emilio diciéndome que había hecho una adaptación en gallego de "Canción pequeña", un tema que yo quiero mucho. Le dije que me la mandara y en esa misma semana nos juntamos en Luar y la cantamos juntos y le invité a mi concierto. Yo ya había escuchado a Emilio, un chaval que tiene muchísimo talento.  

¿Cuál es el secreto para seguir conquistando?
No lo sé muy bien. Creo que lo que te mantiene tanto tiempo son las canciones. Si tienes repertorio, si has conseguido calar en diferentes generaciones, al final se van acumulando públicos, y tienes una gente muy sólida que te sigue, desde los 18 años hasta gente de mi edad, que ya salimos poco de casa.

Las letras para Víctor Manuel siempre han sido importantes, ¿ahora se están perdiendo?
Creo que sí pierden importancia. Vengo de una época en la que las canciones se maceraban con más tiempo, y tú apuntabas muy alto, a compararte con los mejores poetas, los mejores músicos y, bueno, tengo la sensación de que ahora el rigor es un poquito más laxo.

En estos momentos, ¿cómo está la música? 
Creo que ahora la música se banaliza mucho más. Era muy importante en los 70, en los 80, pero hace muchos años que dejó de serlo, porque la gente comparte su ocio con muchas cosas. El poder de la música, en cualquier caso, está en la manera en que se instala en el cerebro, en el disco duro de la gente. Para mí dejo de tener ese valor el día que se regaló el primer CD en un periódico o en una revista. El cerebro de la gente hizo click y pensó: "Ah, si esto lo regalan, no vale".

Los concursos musicales, ¿favorecen nuevos talentos o llevan a un mismo estilo comercial?
Hay algo de eso. Sería impensable que un tío como Jorge Drexler, Pedro Guerra o Serrat triunfasen en un concurso como los que existen ahora. Todo es mucho más estándar, cantan todos igual de alguna manera, aunque hay gente jovencísima que canta excepcionalmente, en mi época no se cantaba tan bien. El problema es que el medio es el mensaje, hay algo de aparecer ahí  y desaparecer simultáneamente. Finalmente, lo que importa es que tengas canciones y sean tuyas, de tu personalidad, y eso es lo más complicado.

Siempre ha sido una persona comprometida, ¿pasa factura?
Sí,sí la pasa. Este es un país muy difícil para eso, no somos como Estados Unidos. En el momento que tomas partido, por la izquierda o por la derecha, la gente te lo echa en cara cuando puede, y de alguna manera no te valora como si no tuvieras un perfil político. Lo ideal es ser Julio Iglesias, aunque luego se ha contaminado con la derecha. Sé que es malo artísticamente, pero la verdad es que hace muchos años que pasé de la idea de gustar a todo el mundo. Tienes que elegir.

¿Existen aún cantautores de protesta?
Sí, los hay todavía. Creo que sigue habiendo gente con ganas de meter el dedo en la llaga, de contar lo que pasa alrededor. Lo que ha desaparecido es la complicidad que había en mi época.Encontrabas a gente en la radio que podía programar ellos y te elegían, ahora es imposible, la radiofórmula ha arrasado todo, y escuchas lo mismo aquí que en Japón. Eso es malo para la música, carece de variedad. 

Usted padeció la censura, ¿ahora estamos en la  autocensura?
Sí, y es mucho peor. Sabes que si haces un tipo de canción es mucho más difícil que te la programen en la radio. Así que la gente se corta mucho más a la hora de escribir, lo hace sin aristas y, bueno, en esa fase estamos de nuestra existencia y además con visos de no cambiar.

¿Vivimos en la tiranía de lo políticamente correcto?
Sí, pero en todo, no sólo en la música. Se ve a diario en las actitudes. Las cosas que antes parecía normales hacerlas, ya no se pueden hacer desde hace mucho tiempo. Es una situación muy rara, muy chocante. En eso hemos ido hacia atrás. Se ha descolorido todo, incluida la clase política.

¿Componer o subir a un escenario?
Prefiero escribir canciones, pero pudiendo hacer las dos cosas, así estoy muy feliz. Mis fuentes son las de siempre, la vida que pasa delante.

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