La edil de Facenda firma la providencia para modificar la ordenanza fiscal, que debe llegar al pleno
El gobierno local de Ourense activa la cuenta atrás para conseguir una nueva rebaja del 10% en el Impuesto de Bienes Inmuebles. La concejala de Facenda, Ana Fernández Morenza, acaba de firmar la providencia mediante la cual se pone en marcha la modificación de la ordenanza fiscal que regula este tributo, que debe culminar con su aprobación por la mayoría del pleno de la Corporación municipal.
A pesar de su situación de minoría, salvo un giro radical de los acontecimientos, el PP no tendrá ningún problema para dar luz verde a la rebaja fiscal, ya que es un tema en el que va de la mano de DO. Ambos aprobaron conjuntamente en octubre del año pasado el acuerdo, vinculado a las partidas liberadas para hacer frente a las obligaciones pendientes en el área social.
En el presente año, tras salir adelante la rebaja del 10% el pasado ejercicio, el tipo de gravamen general del IBI se sitúa en el 0,49%, mientras que el diferenciado está en el 0,58%. Una vez que se aplique la nueva disminución, quedarán respectivamente en 0,45 y 0,53%, dentro de los límites establecidos en el texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, que fija un mínimo del 0,4%.
"Cumprirase o compromiso adquirido coa cidadanía d erebaixar o IBI, sen incrementar imposto ou taxa algunha", destacan fuentes municipales tras poner en marcha el procedimiento.
Principal fuente de ingreso
Este tributo es el principal sustento económico de las arcas municipales junto a las transferencias que realiza el Estado.
En el presente ejercicio, el Concello espera recaudar algo más de 31,1 millones de euros con el IBI, cuando en 2017 los ingresos previstos eran de 33 millones. Según los datos facilitados por el órgano de Gestión Tributaria, el Concello emitió un total de 135.732 recibos, de los cuales 5.083 están exentos. Se trata de los inmuebles propiedad del Estado, de la Iglesia Católica o de Cruz Roja, entre otros.
Tras aplicarse la rebaja del tipo de gravamen prevista para este año, el IBI se situará en niveles de principios de siglo. Salvo los cambios en la ordenanza fiscal reguladora de este impuesto, la política general de los últimos años ha pasado por la congelación de tasas y tributos.
