El Pen Club España, la rama nacional de la asociación internacional con base en Londres y que abarca a ensayistas, narradores, poetas, traductores y editores españoles, acaba de elegir nueva junta directiva.
El Pen Club España, la rama nacional de la asociación internacional con base en Londres y que abarca a ensayistas, narradores, poetas, traductores y editores españoles, acaba de elegir nueva junta directiva. El equipo liderado por el escritor y editor Basilio Rodríguez, cuenta con el celanovés José María Paz Gago como secretario general. Miembro del patronato de la Fundación Curros Enríquez, Paz Gago es autor de numerosas obras académicas y poéticas, entre ellas las exitosas "Manual para enamorar princesas", "Guía de lugares inexistentes" y "Wha(ts)appa" con el que creó los "piropoemas".
¿Qué puede comentar de esta nueva andadura del Pen Club España?
El Pen Club España ha tenido una odisea larga. Fundada en el año 1922 por José Martínez Ruiz, Azorín, y Ramón Gómez de la Serna, fue suprimida por el Franquismo porque luchaba por las libertades de los escritores, por la paz y por el mensaje femenino.
En esta nueva etapa, liderada por Basilio Rodríguez y en la que estará también Helena Cosano y Pepe Esteban, que ya durante la Transición trató de recuperarlo, trabajaremos para de reactivar el Pen Club España que estaba un poco dormido en los últimos años. Queremos que tenga la función y las actividades que tiene en otros países y mismo aquí en Galicia, con Luis González Tosar a la cabeza, en Cataluña o en el País Vasco.
¿Cómo asume el nuevo nombramiento?
Supone una responsabilidad y también una carga de trabajo. Los cargos, son cargas. Parece que no puedo estar sin ellos porque, precisamente acabo de dejar el cargo en la Asociación Galega de Semiótica después de diez años...
Siendo de Celanova, la literatura la tengo en vena. Soy miembro de la Fundación Curros Enríquez, mi abuelo Manuel Gago fue corresponsal de La Región y, la casa familiar, es la gemela con la del gran Curros Enríquez.
¿Cuál será su misión?
Mi misión será actualizar, poner en orden el Pen Club España con Londres. Reivindicar que la literatura tiene un papel social, sobre todo en la época de crisis, en el ámbito moral, social y espiritual. Pero la crisis también la sufren, y mucho, los escritores porque es una forma de recortar nuestros derechos. El compromiso del Pen Club España será ayudar a los compañeros y presionar para que no se pierdan esos derechos.
¿Qué novedades preven introducir en esta nueva etapa?
El objetivo será, como siempre, luchar por los escritores, por la literatura. Y, en esta línea, se han creado cuatro comisiones: Escritores por la Paz que coordinará Gloria Nistal; Mujeres Escritoras liderada por Raquel Lanseros y Ondina Zea que reivindicar el papel de la mujer escritora y que tengan los mismo derechos de los hombres; Tradición y Derechos Lingüísticos, encabezada por Manuel Neila y Vicente Araguas, colaborador de La Región, que favorecerá la tradición y que exista una convivencia excelente entre las diferentes lenguas; y Escritores en prisión, como un grupo de presión en contra de la violencia y las amenazas que están sufriendo los escritores en diferentes países del mundo. Esos son los grandes mensajes del Pen Club España, un club comprometido.
¿Y en lo que afecta más específicamente con los escritores españoles?
En algunas comunidades autónomas, por ejemplo Cataluña, los escritores en lengua de expresión española atraviesan una situación que no es nada fácil, están apartados por la política que lleva a cabo la Generalitat que, por ejemplo, les excluye de participar en ferias en el exterior y se limitan a llevar a escritores en lengua de expresión catalana. Y eso es una discriminación muy grande, por lo que trataremos de visibilizar esa situación y mostrar nuestro apoyo a esos escritores.
En un ámbito más distendido y cultural, también queremos recuperar la tradición de los primeros impulsores del Pen Club con aquellos banquetes en el restaurante "Lhardy" de Madrid.
¿Cómo está afectando la crisis al mundo literario?
La crisis la sufren, y mucho, los escritores. En la actualidad, el mercado está marcado entre los grandes grupos editoriales que les interesa el marketing: la "lite-basura", best sellers de diseño que explotan modas. Productos editoriales que tienen poco que ver con la literatura y que están quitando espacio a la literatura. Y, por otro lado, en el hecho de que cualquiera puede publicar un libro horriblemente escrito.
El mercado está copado, no lo tenemos fácil pero con entusiasmo, al final todo sale.
Con este panorama que nos presenta, ¿es difícil editar un libro?
Un buen escritor siempre encuentra un editor. En la actualidad, hay muchos editores independientes que hacen un gran trabajo y ahí es donde hoy se encuentra la gran literatura.
En el plano personal, ¿en qué está trabajando en la actualidad?
Acabo de finalizar un ensayo sobre la moda y estoy inmerso en lo que será mi primera novela. Una obra biográfica de ficción sobre los seis años que viví en África que seguramente se llamará "El agente de África". Mi idea es acabarla a final de año y estoy ahí, pero el problema es el tiempo.
Y seguro que tiene algún otro en mente...
Tengo un viaje pendiente a Brasil y estoy con un proyecto sobre El Quijote para la escuela de las luces de Corea, en la que participan los 30 mejores estudiantes del pais. Es un gran compromiso.
