OLEADA DE ROBOS

La Guardia Civil vigilará las casas con ancianos solitarios

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photo_camera Ramón Rodríguez, entrando en su casa de San Mamede de Urros, al día siguiente de sufrir el asalto

Temen nuevos robos de los encapuchados que asaltaron la vivienda de un matrimonio de Allariz

La mayor parte de los 32 cuarteles que tiene la Guardia Civil en la provincia ya tiene sobre la mesa -algunos aún están recopilando datos- un mapa que recoge las distintas viviendas en las que residen personas de la tercera edad solas. El documento lo elaboraron con el objetivo de incrementar la vigilancia, sobre todo por las noches, en torno a estos inmuebles para evitar robos como el registrado el pasado lunes en San Mamede de Urros (Allariz), en el que cinco encapuchados maniataron y agredieron a Ramón Rodríguez (84 años) y Adoración Vibe (82) en su vivienda, en la que se apoderaron de 3.600 euros.

El robo encendió la alarma en la Comandancia de Ourense, desde donde se dio instrucciones a todos los acuartelamientos para incrementar la vigilancia en torno a las viviendas de personas mayores, especialmente de noche. El objetivo, detener a los delincuentes e impedir nuevos asaltos.

En el instituto armado se trabaja con la hipótesis de que los cinco encapuchados de Allariz pueden tener ya información sobre más viviendas susceptibles a ser robadas. Los agentes se basan en datos recogidos de años anteriores, en los que también contabilizaron robos protagonizados por encapuchados, que, al igual que en Allariz, irrumpieron con violencia en los domicilios de personas mayores situados en la provinciad e Ourense.

En el año 2008, una banda de encapuchados asaltó domicilios de ancianos en Baronzás (Xinzo), San Pedro de Ribeira (Baños de Molgas), As Correínzas (Montederramo y Vilamarín. Los autores no fueron detenidos y la vigilancia de la Guardia Civil frenó la intensidad de los robos en hogares de personas mayores, hasta el año 2014, cuando resurgió una banda de encapuchados que robó en Esgos, Vilamarín y Cartelle, tras maniatar y agredir a las víctimas.

Los agentes, además de intensificar la vigilancia, buscan en el entorno del matrimonio alaricano pistas sobre los encapuchados. Sospechan que un conocido les proporcionó información sobre la vivienda.

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