OURENSE

¿Ha llegado la recuperación económica y social a Ourense?

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Expertos y personalidades importantes en el mundo económico y social de la sociedad ourensana contestan a si la crisis ha pasado

José Manuel Pérez Canal: "Sería un error creer que todo está resuelto, pero esta es la senda"

El presidente de la Confederación de Empresarios de Ourense, José Manuel Pérez Canal, destaca la "década durísima" a la que se ha tenido que enfrentar la sociedad "tras un período de bonanza tras el cual nos resistimos a creer la gravedad de lo que venía encima".

Para el líder de la patronal ourensana es encesario valorar en su justa medida las acciones puestas en marcha por el Gobierno, "instrumentos eficaces de la actividad empresarial y, por ende, la creación de empleo". Destaca Pérez Canal el rumbo que ha tomado el mercado laboral en los últimos tiempos.

"El empleo está creciendo a un ritmo anual medio de medio millón de puestos de trabajo", indica el empresario, que alerta, sin embargo, de que sería un error "creer que todo está resuelto", pero "ojalá continuemos por esta senda".

"Es al contrario, queda todavía mucho por andar, mucho esfuerzo para alcanzar la consolidación de muchísimas empresas y la creación de otras nuevas, de forma que el paro deje de ser una preocupación tan alta para todos y un drama personal y familiar para aquellos que lo sufren", finaliza el presidente de la patronal ourensana. 

Pedro Barreiros: "Hai que aprender dos erros cometidos, fai falta un plan de futuro"

Sin rechazar la visión de que los principales datos macroeconómicos confirman la salida de la crisis, el secretario provincial de CC OO, Pedro Barreiros, recuerda que una gran parte de las familias ourensanas todavía suda para llegar a fin de mes, centrando sus argumentos en las cifras que presenta el mercado laboral.

"Efectivamente, hai baixadas estacionais polo peso que ten, entre outras cousas, o sector turístico e hosteleiro, pero iso remata. Só hai que ver o número de contratos que se asinan, poucos indefinidos, que non serven para garantir un proxecto de vida, aínda hai moitos traballadores pobres", destaca Barreiros, que urge la subida de salarios. "Houbo unha baixada brutal e agora que melloran as cifras empresariais, debería notarse. Desa maneira mellorará a economía, aumentará o gasto e o consumo", razona.

Para el sindicalista la principal preocupación es la falta de un "plan de futuro" para la provincia. "O sector servicios está claro que é moi importante, pero a nosa economía non pode basearse só niso porque a situación pode dar a volta en calquera momento, hai que aprender dos errores cometidos no pasado". 

María Tabarés: "Queda mucho trabajo por hacer hasta que todos salgan de la crisis"

Cáritas Diocesana ha sido una de las entidades que más ha tenido que convivir con los efectos de la crisis, multiplicando las atenciones a los vecinos de Ourense que se veían inmersos en dificultades económicas. Por eso, pese a que las administraciones hagan un balance positivo de la situación actual y de la evolución de los indicadores económicos, la directora de Cáritas en la provincia, María Tabarés, recuerda que queda "mucho trabajo por hacer. No se saldrá de la crisis mientras todos los que la sufren no lo consigan".

Explica Tabarés que, aunque "se nota un ligero descenso en las actuaciones, la gente que viene a nosotros está peor", lo que le lleva a hablar del principal problema de la última, la "cronificación" de la pobreza.

"La red que muchos tenían, de ahorros por ejemplo, se ha roto en este tiempo, lo que ha hecho desaparecer la clase media, que se ha empobrecido, mientras que la gente que todavía no ha salido de la crisis está cada vez más desesperada y lo que es peor, con menos alternativas de encontrar un empleo", relata la responsable de la entidad social. 

Teresa Durán:  "La falta de ayudas para financiación nos acabó hundiendo"

Teresa montó un negocio de apoyo a los estudios y de organización de actividades de ocio y tiempo libre en Amoeiro, junto a otras dos socias, pero acabaron cerrando hastiadas por las dificultades. "Muchas actividades dependían de las subvenciones, pero se fueron reduciendo poco a poco, hasta que te quedabas empeñado", relata. 

En su caso, afectó el paso de la crisis. "Había gente que te acababa pagando con comida, pero no nos valía para pagar las facturas". También notaron que "mucha gente prefiere lo barato y se iba a otros que trabajaban en B". A todo esto se unía el "hándicap" de estar en el rural. "En el pueblo te ves obligada a subir los precios. Autónomos, luz, telefonía  y todo el material tenía el mismo coste que en la ciudad, pero el volumen de clientes era menor." 

En su empresa, no todas se podían permitir el "lujo" de estar tiempo sin cobrar para amortizar las deudas. "Echamos en falta las ayudas a la financiación inicial, que es lo que nos ha acabada hundiendo". También se quejan de las trabas. "Pedimos ayuda para adquirir maquinaria por valor de 5.900 euros y nos dejaron fuera porque el mínimo eran 6.000". 

José Luis Rodríguez: "Me despidieron con 53 años, me lancé a la aventura y funcionó"

No se rindió ante los golpes de la crisis y consiguió remontar el vuelo. José Luis Rodríguez Carballo va a cumplir 60 años y lleva ya cinco dirigiendo la Gestoría Carballo en Ourense. Hasta 2010 era jefe administrativo en una cadena de perfumerías, pero todo se vino abajo. "Me despidieron poco después de que se aprobase la reforma laboral de 2010, que reducía los días de indemnización. Tenía 53 años, tal vez la peor edad. Estuve durante un año buscando empleo, pero cada sitio que tocaba eran lugares donde estaban despidiendo gente", relata Carballo., que no había estado parado desde que tenía 16 años.

No perdió la esperanza y cambió de estrategia. "Empecé a buscar por mi cuenta una cartera de clientes para montar una gestoría. Tenía conocimientos de contabilidad y fiscalidad,  me lancé a la aventura y funcionó". 

Ahora asesora a más de 40 empresas y tiene una empleada a cargo. "Hay compañeros que renunciaron a buscar otra cosa, pero yo me sentía muy desmotivado al estar sin trabajo y, al fin al cabo, la inversión no era importante". Se siente realizado con el cambio: "¿Crisis? Bendita sea la crisis". 

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