La Agencia Tributaria recaudó 419,1 millones de euros en el ejercicio del 2016, un 20,5% más de lo obtenido en el 2009
Los años de la crisis no mermaron la capacidad recaudatoria de Hacienda en Ourense que, salvo contados ejercicios, ha ido ingresando cada vez más dinero. En el año 2009, con la crisis ya marcando territorio, entraron en las arcas públicas 333,5 millones de euros procedentes de los bolsillos de los ciudadanos y de los balances de las empresas de la provincia.
El año pasado la cifra había subido ya hasta los 419,1 millones de euros; es decir, con un incremento de un 20,5% sobre lo recaudado ocho años antes. Dicho de otra manera: Hacienda lleva desde el 2013 batiendo su propio récord ya que en aquel año los ingresos supusieron 372 millones de euros, pero al año siguiente la cantidad se elevó ya a los 397,4 millones. En el ejercicio del 2014 los ourensanos pagaron en impuestos 397,4 millones, una escalada que seguiría hasta los 403,3 y 419 millones en los dos ejercios siguientes.
La mejora en los mecanismos de control sobre el abono de los tributos y las sanciones correspondientes han supuesto que las cifras suban. Pero no ha sido ese el único factor determinante en las cuentas de la Agencia Tributaria: la mejoría de la situación económica también en la provincia ha provocado más consumo, más gasto y, como consecuencia de ello, una mayor cuantía en la recaudación procedente del pago de los impuestos.
La labor persecutoria contra el fraude y las irregularidades fiscales por parte de este departamento del gobierno central es medible en Ourense, según los propios datos que la Agencia Tributaria acaba de hacer públicos: ingresó el año pasado 2,8 millones de euros en concepto de recargos de apremio, si bien fueron 263.000 euros menos que en el 2015 (-8,5%), pero creció de forma muy evidente el cobro de intereses de demora, que en el 2016 supusieron 1,9 millones de euros, 548.000 euros más que en el 2015, con una subida del 39,5%.
La misma perspectiva de crecimiento se describe en el apartado de sanciones tributarias, que se elevaron a 1,5 millones de euros, 39.000 euros más que el año anterior, con una subida del 2,6%.
El IRPF sigue siendo el que más ingresos aporta cada año
El Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es el que aporta la mayor parte de los ingresos tributarios en la provincia. Según los datos oficiales de la Agencia Tributaria por los rendimientos del trabajo se ingresaron 183,8 millones de euros. Sin embargo, Hacienda pinchó en el último ejercicio porque las aportaciones se redujeron un 2,6%, lo que traducido a euros suma 4,8 millones con respecto al ejercicio precedente. Este tributo está relacionado directamente con el empleo y, en teoría, debería crecer en función del incremento de nóminas, pero la relación no es directa porque está relacionada con los mínimos exigibles para declarar o por los descuentos aplicados. El segundo impuesto en orden de importancia ha sido el IVA, con 143,5 millones. Le siguen ya muy de lejos los impuestos especiales y los medioambientales, con 7,6 millones de euros el año pasado.
La Agencia Tributaria mejoró su recaudación global el año pasado un 3,9% sobre el ejercicio anterior y a ello han contribuido de forma evidente algunos impuestos relacionados con la evolución económica, sin minusvalorar la importancia de la lucha contra el fraude. El IVA pagado el año pasado en Ourense —que grava el consumo— subió hasta los 143,5 millones de euros, frente a los 135 millones del ejercicio anterior, ingresando 8,4 millones más, un 6,3%.
En concepto de impuesto de sociedades las empresas ourensanas han pagado el año pasado un 19,9% más hasta sumar 64,5 millones frente a los 53,8 del 2015. Este tributo lo abonan las empresas y las personas jurídicas en función de los beneficios obtenidos. Los ingresos por el impuesto de sucesiones y donaciones — que pagan los herederos que hayan aceptado herencia— creció un 27,3 % en un año hasta alcanzar 1,1 millones de euros, 889.000 en relación al año anterior.
Los impuestos sobre alcohol y derivados obligaron a los ourensanos a pagar 9,1 millones, aunque 1,5 millones menos que en el 2015 (-14,7%), si bien estas cifras supusieron el tercer tributo más importante de los recaudados en la provincia el pasado ejercicio.
