El verano modifica los gustos de la clientela de la ciudad, que se decanta por heladerías y ventiladores, y cada vez más por los aparatos de aire acondicionado.
Los negocios de la ciudad combaten los días de intenso calor como el de ayer como pueden. Los hay que aguantan mejor en estas fechas y otros a los que afecta negativamente. Los hábitos de consumo de los clientes cambian. "Lo que más estamos vendiendo estos meses son aparatos de aire acondicionado, tanto portátiles como instalaciones fijas, se está poniendo muy de moda porque hasta ahora se usaban muy poco en Ourense", señalan en Bermello. Aquí sí cambian las ventas. Los ventiladores de toda la vida se venden "como churros" y también se cuela la estética. "No llega al nivel de la ventilación pero la venta de depiladoras se dispara mucho", añade un vendedor.
Las preferencias también se modifican entre los clientes de "Casa", una tienda de decoración situada en Sáenz Díez. "Este verano, como otros, se venden sillas de camping, tumbonas, hamacas,", destaca la encargada, María José Blanco. "Ahora estamos liquidando lo último, pero se ha vendido bien", añade Blanco. También Luis Rivera, presidente de CCA Ourense Centro, que regenta Lumeal, otro negocio de decoración, nota los cambios. "Este verano ha ido un poco mejor, con más gente comprando, en especial turistas. Vendemos mucho equipamiento de segundas residencias".
Las tiendas de helados sí que hacen honor al refrán y continúan "haciendo el agosto". En Smooy, Cristina Montes reconoce que "es la época más fuerte" del año. "En días de mucho calor se vende incluso menos, se nota que mucha gente se va fuera. Lo más fuerte está entre las 18,00 y las 21,00 horas y los miércoles durante toda la tarde, ya que hay día del espectador en el cine", destaca. La oferta es estacional: chocolates y productos relacionados con el café en invierno y ahora helados y batidos.
En La Central Heladera "se está vendiendo mucho" en agosto pese a las temperaturas suaves de la primera quincena. "Después de comer es cuando más gente nos visita", dice Amal Mahfut. Su compañera Estefanía Trigas lo corrobora y señala el batido de helado de oreo como "el producto estrella" del verano. En Memelos, veterana tienda de O Couto, "los reyes siguen siendo los granizados". Las costumbres no se pierden y las unidades a 50 céntimos "se agotan".
Pero no todos ven el calor como algo positivo. La Central tiene a media mañana un público bastante fiel pero a la terraza, el punto fuerte, le afecta "un montón" el calor. "A la gente mayor ya no les dejo sentarse fuera con esta temperatura, aunque alguno se queje del aire acondicionado dentro. Hace dos años vino la ambulancia seis veces por golpes de calor en agosto", relata Mar Bugallo, una de las camareras. "Con el hielo casi no damos abasto, hay dos máquinas funcionando todo el día", añade.
En algunos negocios, el tiempo fresco en estos meses se ha notado. "Vendimos menos bañadores que en otros, sobre todo porque Fátima (13 de mayo) coincidió con mal tiempo, y esa época es cuando más gente se acerca a comprar", señala Remedios Dalmeida, de la tienda "Reme", de O Couto. En la rúa Greco, una droguería asegura que está siendo un verano "sin diferencias" con respecto al anterior. Las cremas solares se siguen vendiendo "con normalidad", incluso "más que otros años". En Comercial Miño dicen que venden "puntualmente" sombrillas y ventiladores, "aunque es la peor época de todo el año".
