CRÓNICA

Una hermana sin rostro

Pilar Nogués Conde busca con denuedo a una hermana que nació el 21 de abril de 1946 en el Hospital Provincial y de la que su familia le dijo que había muerto nada más venir al mundo. Ella sospecha que fue dada en adopción

Pilar Nogués, a sus 72 años, tiene ansia de conocimiento. En estos días, en su Zaragoza natal, están inmersa en clases de Photosop y pintura, pero antes ya pasó por cursos de informática o idiomas. Una "indagadora nata", tal como ella se autodefine, a la que no asustan las novedades. Pero, sin duda, su mayor inquietud relacionada con el aprendizaje es poder llegar a saber dónde está su hermana. Un pálpito y las pistas que la vida le fueron dejando le dicen que no murió el 21 de abril de 1946, cuando su madre, natural de Armariz, en Xunqueira de Ambía, pereció en el parto a consecuencia de una anemia aguda por hemorragia.

Esa es la explicación que se le dio siendo niña. Pero el hecho de que ella misma, con cuatro años, no viese el cadáver del bebé en el féretro, y que muchos años después la confundieran con otra mujer, hizo que comenzase a sentir a su hermana un poco más cerca. "Comencé a sospechar de la posible existencia de una hermana porque hace ya muchos años, en uno de mis viajes a Ourense, entré en una tienda de regalos de Lamas Carvajal. Me confundieron, por el gran parecido, con otra señora que acudía todos los años a Ourense desde las Vacongadas para ver a su madre, pero hacía años que no había vuelto. La encargada me prodigó efusivos saludos, pero le hice ver que se estaba confundiendo", relata Pilar Nogués.

Esta inquieta zaragozana, con raíces ourensanas, quien sus primeros años los pasó en Ourense hasta que la llevaron a vivir con una tía a la capital maña, está convencida de que su hermana fue entregada en adopción en el Hospital Provincial. Según dice, el certificado de defunción es "falso porque reza que falleció en su casa de Ourense cuando en realidad fue en el hospital". Pero todavía menos la convencieron las explicaciones a la pregunta del porqué no fue enterrada con su madre en Armariz.

La hermana de Pilar tendría ahora 68 años y, según parece, podría estar residiendo en el País Vasco. Por esa razón hace siete años pasó por el plató de "Esta es mi gente", de ETB2, para hacer un llamamiento. En su lucha incansable para intentar dar con su paradero, está comenzado a colocar carteles por Ourense, con ayuda de una amiga, en los que figuran fotos de ella en distintas etapas de su vida "para ver si alguna persona encuentra algún parecido con mi hermana y me llama al móvil" (629.95.14.82).



“El tiempo apremia"

Pese a que por momentos Pilar se desmoraliza, "porque no cuento con muchos medios ni gente de peso", se resiste a tirar la toalla. Pretende apurar todos los medios posible porque, tal como dice, "el tiempo apremia".

Nogués, tal como bromea, tiene "muchos años y poca familia". Para ella -añade- "sería una gran ilusión encontrarla ya que sólo quedamos tres allegados". "Con mi hermana seríamos más, máxime si está casada y con hijos, nietos y demás. La soledad quizás se acabaría", relata emocionada.

La localización no pretende destapar un caso de adopción ilegal porque ni siquiera tiene demasiado claro que su padre, ya fallecido, fuera partícipe activo. Aunque, bien es cierto, no encontró explicación coherente para el hecho de que no fueran enterradas juntas madre e hija. "Yo vi a mi madre en el féretro, pues la tuvieron una noche en la casa de mis abuelos en Armariz; años después quise saber con quién habían enterrado a mi hermana, pero me dijeron que con otra mujer, pero hoy sé que eso es totalmente incierto", señala.

Actualmente, en Ourense hay un caso judicializado referido a una adopción irregular. Jaime Vilardell, de 42 años, denunció a su padre adoptivo, natural de Barcelona, y al capellán, ya fallecido, que en 1972, cuando él nació, trabajaba en el Hospital Provincial. En unas cartas remitidas por el sacerdote a sus padres adoptivos se habla explícitamente de la entrega de niños a familias que no podían tener hijos.

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