El investigado también compareció ante el juez porque fue denunciado por su mujer por un episodio de malos tratos ocurrido en la mañana del día de los hechos.
El juez de guardia envió a prisión a última hora de ayer a Iago G.G., de 35 años, por intentar agredir sexualmente a una vecina de mediana edad de la calle Pena Nofre, en Pena Trevinca, que a las seis de la tarde del miércoles se disponía a salir del portal para hacer la compra. El investigado también compareció ante el juez porque fue denunciado por su mujer por un episodio de malos tratos ocurrido en la mañana del día de los hechos.
Previamente, la víctima de la tentativa de violación reconoció al imputado en una rueda de reconocimiento que se realizó por videoconferencia. El magistrado tuvo en cuenta para enviarle a prisión los antecedentes previos, un delito sexual (tentativa) hace tres años.
Iago G.G. no reconoció los hechos, asegurando que no se acordaba de nada porque "iba drogado". Según su relato, consumió abundante cocaína de forma ininterrumpida durante 48 horas.
Los hechos acontecieron cuando la denunciante facilitó el acceso al portal a Iago G.G. Este último de forma educada le indicó que quería ver los buzones del inmueble porque unos amigos suyos se habían mudado a ese edificio. Este dato infundió confianza en la mujer ya que sí era cierto que había un piso con nuevos inquilinos. Según la versión de la denunciante, el investigado cerró la puerta de golpe y le puso una mano en la boca al tiempo que la acorralaba contra la pared e intentaba quitarle la ropa. No sólo le echó la mano al pantalón de la víctima, quien al principio pensó que se trataba de un atraco, sino que también le manoseó por encima de la ropa. El ahora encarcelado, según esa misma versión, depuso su actitud cuando la perjudicada, quien llevaba las llaves de casa en la mano, golpeó el cristal de la puerta. El ruido consiguió ahuyentarlo. Asimismo, la víctima se percató en la huida que su agresor llevaba el pantalón medio bajado.
La abogada de la defensa se opuso al encarcelamiento alegando que le parecía una medida excesiva y que el investigado padece un trastorno mental transitorio, con una incapacidad reconocida.
