EN OURENSE

"Imagínese con qué ánimo podemos estar"

Ourense. 27-10-17. Local. Comisaría de Policía de Ourense.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Fachada de la Comisaría de Ourense.

La detención de los dos inspectores ha teñido de gris la Comisaría. Tristeza, rabia y rostros gélidos dominan el ambiente. Amarga despedida para el comisario, que ha cancelado las entrevistas de los próximos días

Tristeza mezclada con rabia y muchas frases de lamento. Así se podría resumir el ambiente que se respira en la Comisaría  tras la detención de los dos inspectores gemelos Bernardo y Roi. Sus compañeros los trasladaron ayer, poco antes de las seis de la tarde, desde los calabozos al juzgado. Mientras una patrulla acordonaba parte de los accesos para evitar que fueron fotografiados. El rostro de los agentes era gélido. "Imagínese con qué ánimos podemos estar”, explicaba uno de los agentes. 

Los ánimos están bajo mínimos. El propio comisario Antonio Álvarez Valencia –está haciendo las maletas para despedirse y pasar a la jubilación- canceló todas las entrevistas que tenía previsto concender durante los próximos días para valorar su trabajo. El comisario argumentó que la anulación obedece a directrices marcadas por la Dirección General del Cuerpo Nacional de Policía, pero lo cierto es que, según pudo saber este periódico, y en buena lógica, no es agradable hablar de la detención de los dos policías, la sustracción de armas y lo más grave, la muerte de un agente con una pistola en su despacho dentro de las mismas dependencias policiales. Álvarez Valencia no formaba parte ni dirigía la plantilla cuando sucedieron los hechos, el caso más grave registrado en el cuerpo en Ourense, pero la detención le está amargando la despedida, máxime cuando dedicó meses a limar las asperezas suscitadas a raíz de la sustracción del armamento.

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