El fuego registrado en Castro Caldelas requirió la presencia de militares de Pontevedra y León
Tres incendios registrados en los municipios de Chandrexa de Queixa, Castro Caldelas y Monterrei mantuvieron en jaque durante las jornadas del miércoles y buena parte de la de ayer a los servicios de extinción de incendios, arrasando finalmente casi 900 hectáreas de superficie. Dos de ellos, el de Infesta, en Monterrei, y el de la parroquia de O Burgo (Castro Caldelas) se daban por estabilizados en la tarde de ayer, mientras el tercero, en la parroquia de Queixa, permanecía activo a última hora.
La situación de escasez de agua que sufren varios de los pueblos de los municipios afectados acentuó el problema a la hora de abordar la extinción del fuego. Según explicaba ayer la alcaldesa de Castro Caldelas, Sara Inés Vega, las brigadas antiincendios tuvieron que cargar sus motobombas en la piscina fluvial "porque los depósitos de Medio Rural se habían agotado".
Por otra parte, la virulencia de este fuego, que se inició en la parroquia de O Burgo y subió rápidamente ladera arriba, requirió de la intervención de militares de la UME "de Pontevedra y León", según expicó la regidora. Además, amenazó los pueblos de O Carballo y Valdemiotos, que, según subrayó Vega, "han vivido una experiencia horrorosa" ante la posibilidad de ser evacuados.
La regidora añadía su convencimiento de que había sido intencionado, "porque se produjeron tres focos de fuego simultáneos y un cuarto en otro punto a los pocos minutos". Tras quedar estabilizado en la tarde de ayer, las últimas estimaciones cifraban en 250 las hectáreas quemadas.
Por su parte, el alcalde de Monterrei, José Luis Suárez, afirmó haber pasado gran parte de la noche del miércoles en vela porque las llamas del fuego registrado en Infesta "estuvieron muy cerca de las localidades de Albarellos y Villaza", aunque "finalmente no hubo que evacuar".
El fuego, en cuya extinción participaron 19 agentes, 40 brigadas, 22 motobombas, tres palas, 11 helicópteros y cuatro aviones, quedaba estabilizado en la tarde de ayer tras quemar 350 hectáreas.
El de la parroquia de Queixa, en el municipio de Chandrexa de Queixa, y que se inició a las 19,34 horas, permanecía activo a última hora de ayer, tras quemar una superficie de 300 hectáreas. Francisco Rodríguez, alcalde de Chandrexa, señaló que se llegó a plantear la evacuación de la localidad de Carballo en donde "residen unas 16 personas", pero que "la situación se pudo controlar".
Alcaldes de cinco municipios reclaman medidas especiales
Los alcaldes y tenientes de alcalde de de Chandrexa de Queixa, Castro Caldelas, Monterrei, Verín y Oímbra -municipios afectados por las llamas en las últimas horas- reclamaron medidas especiales para evitar que se reproduzcan situaciones como las vividas a lo largo de la madrugada del miércoles.
Entre las propuestas señalan la puesta en marcha de un operativo especial para la provincia que tenga en cuenta sus características especiales (vegetación más seca y mayores temperaturas); políticas que incidan en la prevención, así como un aumento de la presión sobre los incendiarios.
Mouteira defiende “o bo funcionamento da loita contra o lume”
La delegada de la Xunta de Galicia en Ourense, Marisol Díaz Mouteira, defendió "o bo funcionamento do dispositivo de loita contra os incendios forestais da provincia" y subrayó la importancia de que las administraciones trabajen unidas "para frear esta lacra", al tiempo que criticó que se "tente sacar rédito político desta problemática".
Recordó, por otra parte, que en el dispositivo contra incendios están permanentemente movilizadas unas 7.000 personas para luchar contra el fuego en Galicia y que "máis do 30% destes se concentran na provincia ourensana para facer frente ás especiais características do seu terreo".n
