Ecologistas en Acción destaca que la cuenca está en mejor situación que otras gracias a los programas anti plaguicidas
La cuenca Miño-Sil está mejor que otros sistemas hídricos españoles pero todavía tiene mucho trabajo por delante. Así lo hizo saber ayer la plataforma Ecologistas en Acción, con la presentación de su informe "Ríos hormonados" en Madrid. En la cuenca Miño-Sil se localizaron 13 de los 58 plaguicidas sometidos a análisis, de los cuales 11 pueden ser disruptores endocrinos (que interfieren en el sistema hormonal de la fauna acuática) y cinco que tienen prohibido su uso.
La mejora ha sido sustantiva, pero Dolores Romano Mozo, responsable de políticas de sustancias químicas de la plataforma ecologista, llamó ayer a reducirlas "al menos un 50% en los próximos 10 años". En el año 2012, se habían detectado 11 de las 35 sustancias analizadas, un 31%, mientras que en esta ocasión, la proporción se ha reducido al 22%. "Queda claro que la demarcación Miño-Sil no es de lo peor en cuanto a plaguicidas y se demuestra que hay un buen programa para combatirlos", señaló Romano, quien, sin embargo, puso el foco en la aparición de 11 "disruptores endocrinos", unas sustancias que afectan al sistema hormonal tanto de la fauna acuática como de los seres humanos. "Estos herbicidas se relacionan con los problemas de reproducción de los animales acuáticos, con una feminización de las especies", explicó Romano, que alertó de que tienen una "gran importancia ambiental".
La aparición de diversos componentes de lindano en muchos puntos por encima de lo permitido es otro de los puntos "más preocupantes"en el sistema fluvial del Miño, ya que está considerado como producto cancerígeno.
El lindano aparece en casi una de cada diez mediciones
Los componentes de lindano aparecieron en la demarcación Miño-Sil en 23 de las 286 mediciones realizadas, una cifra que, pese a no ser altísima, supone "un problema", alertaron desde Ecologistas en Acción. También es muy destacable la presencia de los herbicidas metalocloro o el diuron. Ante los resultados de las mediciones, los ecologistas piden un "plan de choque" contra los plaguicidas y, para frenar la proliferación de lindano, solicitan "que se localicen los puntos de vertido".
