MEDIO AMBIENTE

El Seprona halla 10 trampas para caza mayor en el Xurés

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photo_camera Una de las trampas de caza encontradas en el Parque.

La Asociación Xurestec reclama una mayor coordinación entre Fuerzas de Seguridad y Medio Ambien

azadores de la Asociación de Tecores del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés (Xurestec), que integra a ocho tecores incluidos en los seis concellos ourensanos que conforman la Reserva de la Biosfera Gerês-Xurés, reclamaban ayer más recursos y vigilancia ante la proliferación de trampas para la caza ilegal y actos vandálicos en los terrenos que gestionan los tecores de la Baixa Limia.

La última, la detectaron la semana pasada agentes del Seprona de la Guardia Civil, que localizaron (y retiraron) diez trampas de caza no selectivas, popularmente denominadas como "lazos", en senderos estratégicos por donde discurre la fauna salvaje en el barranco de Olelas (Entrimo), en los límites del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés.

Las trampas, utilizadas para apresar ejemplares de caza mayor, como corzo, jabalí, zorro, lobo, tejón y hasta perros que pueden andar sueltos por la zona, estaban repartidas por una superficie de unos 50 metros, en la que también se encontró un zorro muerto colocado en las ramas de un roble y que los agentes sospechan que pudo quedar atrapado en uno de estos lazos ilegales de caza.

Coordinación

Tras varios días de vigilancia sobre el terreno, para tratar sin éxito de localizar a los autores, los agentes han procedido a la retirada de las trampas. "El furtivismo está muy arraigado y es por hacer daño, porque hoy en día nadie caza para comer. Lo más grave es que se sabe quienes son, lo que ocurre es que no hay pruebas para señalar a nadie", asegura Domingo González, presidente de la Asociación Xurestec y del Tecor de Lobios, que advierte de un incremento de los actos vandálicos en los tecores de la comarca. "Hacen falta más medios para combatirlo. Que la Guardia Civil, Policía Autonómica y agentes de Medio Ambiente se pongan de acuerdo y coordinen la vigilancia del monte".

La aparición de estos lazos en Olelas "no es un hecho aislado", confirma González. Su homólogo del Tecor de Entrimo, quien le relató como "en una de las batidas de jabalí de la temporada pasada, los cazadores se tuvieron que marchar por el gran numero de trampas que encontraron en el terreno. En el caso de las trampas detectadas en el barranco de Olelas,dado el número de lazos, la temporada y su ubicación, en un espacio protegido, "de darse con los autores se les acusaría de un delito grave con multas de entre 6.001 y 30.000 euros", advertía el presidente de la asociación.

La acción de los furtivos, asegura Domingo González, la padecen en mayor o menor medida en todos los tecores de la zona. Precisamente hace 15 días, Xurestec denunció los daños provocados en una veintena de refugios para conejos y treinta módulos con comederos y bebederos para las aves en los terrenos que gestionan en Lobios. "Ya no es solo el tema económico (valorado en 50.000 euros), sino los daños indirectos que provocarán en la propia fauna cinegética y no cinegética, porque otras especies como el Águila Real se alimenta de los animales que criamos en estos espacios", concluía González.

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