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Investigan si a Iglesias Espiño quisieron matarlo días antes

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photo_camera El cadáver de Espiño fue encontrado enterrado en Piñor de Cea. (ÓSCAR PINAL)

El agresor, uno de los detenidos por su muerte, le dijo tras fallar el golpe que lo confundió con un ladrón

La instrucción del crimen que le costó la vida al recluso Fernando Iglesias Espiño (63 años) el 11 de agosto de 2018, cuando disfrutaba de un permiso penitenciario, abarca varios frentes. El Juzgado mixto número 1 de Carballiño, tras la inhibición de Instrucción 1 de Ourense, que comenzó la investigación, mantiene imputados a Francisco Javier González Hermida y a Óscar González López, en un homicidio/asesinato consumado, pero también por una tentativa previa y otro delito de defraudación de fluido eléctrico.

Según se desprende de la pormenorizada investigación de la Guardia Civil que permitió llegar hasta los presuntos autores, a Iglesias Espiño ya intentaron matarlo 15 días antes de la agresión que le costó la vida cuando estaba disfrutando de otro permiso y se disponía a realizar tareas agrícolas en la granja de Maside que regentaba González Hermida. Según confesó la víctima al personal de la Enfermería de la  prisión de Pereiro de Aguiar, su amigo, al que conoció en la cárcel, le había dado un golpe en la cabeza con un apero. Aunque resultó herido, rehusó recibir asistencia médica hasta que volvió de nuevo al penal tras el permiso de fin de semana. Relató que el agresor lo había confundido con un ladrón. Y él le creyó. Era su mejor amigo. Apenas tenía red social porque cumplía condena por el asesinato de su esposa e hijos en Gran Canaria en 1996.

En la posterior salida, el supuesto asesino, en connivencia con el otro investigado, se aseguró de que el golpe fuera más contundente. 

En cuanto a la defraudación del fluido eléctrico, alude a los enganches ilegales detectados en la inspección de la granja en la que ocurrió el crimen. Posteriormente, trasladaron el cadáver a la finca en La Mina, en Piñor de Cea.

Los dos presuntos autores trazaron un elaborado plan para acabar con la vida de Iglesias Espiño para quedarse con el dinero de una herencia que había cobrado la víctima, cuantificada en unos 26.631 euros. 


Los presuntos autores seguirán en la cárcel


La jueza que se hizo cargo de la investigación ratificó este viernes la prisión comunicada y sin fianza para los dos supuestos autores del homicidio y la tentativa previa. La fiscal del caso interesó la medida en base a que hay riesgo de fuga dado que los imputados carecen de arraigo y la gravedad de la pena de los delitos del sumario lo que lleva a pensar en la posibilidad  de que se sustraigan a la acción de la justicia si quedan en libertad. La jueza, en su toma de decisión, también tuvo en cuenta que mientras se encuentren en prisión no pueden reincidir  en su conducta delictiva.

A lo largo de la instrucción de la causa, declararán testigos que permitieron a la Guardia Civil tirar de un lago hilo durante cuatro meses. No solo funcionarios de prisiones sino también personas que vieron a los autores sacar dinero con la tarjeta del fallecido.

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