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El precio del kilo de castañas dispara los robos en "soutos" en la provincia

La Guadia Civil tomó declaración a cinco personas tras sorprenderlos en una finca de Trives

El precio de las castañas, a 1,60 euros el kilo, está disparando el número de robos en los "soutos" particulares. El presidente de los comuneros de Porto-Real (Rubiá), Emmanuel López, se hacía eco ayer -a través de una carta al director- de la presencia de grupos de personas recogiendo el fruto durante jornadas enteras, que posteriormente cargan en furgones con matrícula de León. La Guardia Civil es consciente de la situación y en la tarde del día 12 tomó declaración a Carlos S.B., de 34 años, y domicilio en Maceda; Esteban F.C., de 257, de Tarragona; Jonatan S.B.,(23); Iván S.H., de 18, y Soraya R.R., de 21, estos tres últimos con residencia en Esgos, como presuntos autores de un delito de robo de castañas en fincas de Penafolenche (Trives).

Los agentes los sorprendieron cuando ya habían recogido 60 kilos de castañas en una finca propiedad de la asociación de vecinos del pueblo, cuyo presidente, Camilo Rodríguez, denunció los hechos. Argumenta que los investigados acuden todos los años por estas fechas al pueblo a recoger castañas. Los vecinos les llaman la atención  y alertan de su presencia a la Guardia Civil, "pero al llegar una patrulla esconden las castañas y alegan que simplemente están paseando", afirmaron en el colectivo vecinal.

El vecindario ya los tenía vigilados y se enfrentó a los investigados en varias ocasiones. "Se defienden argumentado que solo recogen una cuantas, las que están en los caminos, pero te vigilan y cuando te vas de la finca, recogen a destajo", añadieron en la asociación de vecinos.

El presidente la asociación de los comuneros de Porto-Real ratifica el argumento de los vecinos de Trives. "Llegan con un vehículo, después aparece otro, los cargan hasta el límite de su capacidad y se marchan", apuntó el representante vecinal, recordando que los últimos días de lluvia "nos salvaron porque el agua no les permitían circular por las pistas que discurren entre las fincas. De seguir el sol, vuelven a parecer y recogen a destajo, sin importarle si aparece el dueño de los castaños", lamenta López, que tiene 400 castaños. El productor sospecha que las personas que están recogiendo castañas trabajan a las órdenes de bandas organizadas. En la Guardia Civil descartan este último extremo. 


Vigilancia y recogida nada más caer de los sotos


La Guardia Civil tomó declaración hace 15 día a  un celanovés, de 19 años, como presunto autor de un delito de robo de castañas al sorprenderlo con cinco kilos. Días después, una vecina de Riós denunció que su convecino la había golpeado cuando recogía castañas en una finca del presunto agresor.

La denunciante argumentó que las castañas eran suyas, al prolongarse las ramas de sus árboles a la finca de su convecino. 

Tomás Rodríguez tiene castaños en A Gudiña. Reconoce que había sufrido robos, "pero no denuncias porque puedas gastar más que el valor del botín". Este agricultor tiene su método contra los ladrones: "Vigilar los árboles y recoger las castañas al caer".

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