OURENSE NO TEMPO

Jerónimo de Vicente, sinónimo de “Navidad”

20171222222149166_result
photo_camera El belenista Jerónimo de Vicente posa con su creación, en su casa de la avenida de Buenos Aires.

Fue hacia mediados de los 70  cuando Jerónimo abrió las puertas de su casa a todos los ourensanos para compartir la que se había convertido en su pasión, el belenismo

El tiempo ha borrado de su memoria cuál fue la motivación para embarcarse en esta hermosa aventura, pero conversando con él es fácil imaginar un paralelismo con la creación de su propia familia. Pero vayamos al principio: nace Jerónimo en Ourense el año 1931, (su padre militar de profesión había sido destinado a nuestra ciudad y es aquí donde decide crear su familia),  sus primeras letras las aprende con las monjas del colegio de Santo Domingo para pasar después al colegio Cisneros en la Barrera.

Entre medias sufre una enfermedad que le dejaría prácticamente paralizado el brazo derecho, (esa limitación hace si cabe  más sorprendentes sus logros).  A pesar de que su mente le pedía dedicarse al arte, finalmente se decanta por realizar Derecho, aunque no puede evitar matricularse también en Bellas Artes.

Terminada su formación comienza su etapa laboral, en la que ocurre el acontecimiento más feliz de su vida según reconoce: se casa con su querida “Pauli”. Se instalan en la casa natal de avenida de Buenos Aires y a modo de entretenimiento comienza a crear unas figuras de barro que de manera artesanal cocía en su propia casa, motivo por el cual hoy muestran un aspecto blanquecino diferente al habitual de las piezas de barro. Nacía así el Belén que hoy casi todo Ourense conoce.  

En un primer momento, el belén lo forman las tres principales figuras en las que como detalle singular la Virgen mantiene al niño Jesús en brazos mientras lo alimenta y protege; no tarda en aparecer el ángel y los animales que conforman la principal escena de todos los belenes. De forma paralela  Jerónimo ha creado también su propia familia, pensando en sus hijos y a modo de juego sigue ampliando el escenario y los personajes; su habilidad con la pintura le permite crear los fondos que adornan la escena, un palmeral del desierto, un pueblo cerca del Nilo,  o la vista de las majestuosas pirámides de Egipto son algunos de los fondos que a lo largo de los años han centrado su belén; me llama la atención ver que en muchos de ellos aparece la representación de la huida de Egipto. Sin darse cuenta, aquel pequeño pesebre con seis figuras se había convertido en un escenario de aproximadamente 10 metros cuadrados con un complejo sistema de iluminación e incluso algún autómata o mecanismo  que en aquellos años eran novedad, (el molino de agua), así como nuevas escenas como la anunciación del ángel a los pastores o los reyes acercándose a Belén.

 20171222222148885_resultA mediados de los setenta Jerónimo decide abrirlo al público y desde el primer momento los ourensanos comenzamos a considerarlo propio. 

No era el primero en instalarse, de hecho en las parroquias de la ciudad se montaban auténticas joyas del belenismo que por desgracia en muchos casos han desaparecido.

Hoy en día que yo sepa solo quedan aunque de manera reducida el que Luis se esmeraba en presentar en  la Iglesia de Santa Eufemia y Emilio en la de Santo Domingo. Casi al tiempo que el de Jerónimo nace también el de Arturo Baltar, aunque este por su formato y número de piezas a exigido unos escenarios más amplios como el que suponía la Catedral y que actualmente se ha convertido en obra permanente.  De esos años son también muchos de los parroquiales actuales, y como no, los colegiales: Carmelitas, Josefinas, Salesianos y si me lo permitís el de Maristas que en los últimos años había hecho suyo el hermano Félix consiguiendo uno de los más hermosos que hemos podido ver en la ciudad. 

Don Jerónimo con sus ochenta y seis años y la misma ilusión que el primer día, posa delante del Belén que este año nos regala.Podéis visitarlo en su domicilio en la avenida de Buenos Aires 18 3º (11 a13 y 15 a 19)

No puedo dejar de citar la labor que desde mediados de los 60 realiza la Asociación Belenista Ourensana para intentar conservar esta bella tradición. Ellos colaboran año tras año con todo aquel que quiera montar su belén particular al tiempo que organizan exposiciones y actividades belenisticas.

Te puede interesar