El joven llevaba fallecido al menos cinco días en la zona y la Policía trabaja con la hipótesis de que murió a causa de una sobredosis
Un joven de la ciudad, Diego Fernández Cuña, de 26 años, fue encontrado muerto sobre las 11,00 horas de la noche del pasado miércoles en un galpón abandonado junto al cauce del río Barbaña, a la altura de O Polvorín.
El cadáver fue localizado por unos viandantes y al lugar se desplazó un equipo de la Policía Científica, que realizó una inspección ocular en la zona y comprobó que el joven ya había fallecido al menos hace cinco días. El cuerpo, según fuentes policiales, no presentaba signos de violencia y los agentes trabajaban en la tarde de ayer con la hipótesis de que el joven pudo morirse a causa de una sobredosis de sustancias estupefacientes.
Las autoridades judiciales ordenaron el levantamiento del cadáver sobre las 01,00 horas de ayer, siendo trasladado al Complexo Hospitalario para realizar la autopsia.
Diego Fernández Cuña era un viejo conocido del Cuerpo Nacional de Policía, que lo detuvo hasta en 17 ocasiones por hurtos y robos, sobre todo de teléfonos móviles.
Los últimos arrestos se sucedieron a finales del pasado mes de mayo por robar un teléfono móvil en un bar, una tablet en una tienda de informática de la avenida de Santiago y la cartera y el teléfono móvil a un compañero suyo, Miguel C.G., (éste es otro viejo conocido de la Policía Nacional), con el que, una vez que el juez lo puso en libertad, se fue a cenar a un restaurante de Pereiro de Aguiar. La Policía Nacional los sorprendió sentados a la mesa después de que fuera alertada por el dueño del negocio de que los dos comensales se negaban a abonar la cena, alegando que no disponían de dinero .
La Policía Nacional localizó en la mañana de ayer a un hermano suyo, que se hizo cargo de los restos para darle sepultura .
El cadáver fue hallado cuando aún no habían pasado 24 horas de que otro hombre, también vecino de la ciudad, aunque en este caso de 44 años, fuera encontrado muerto en la piscina termal de As Burgas.
