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La jueza concluye la investigación del crimen de Vilanova sin procesados

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photo_camera Los dos hombres que llegaron a ser detenidos por este crimen pasaron a disposición judicial el 17 de enero de 2016.

El caso llegó a un punto muerto tras la decisión de Facebook de no facilitar las conversaciones de los sospechosos

A punto de cumplirse tres años del crimen que le costó al vida al párroco de Vilanova dos Infantes Adolfo Enríquez Méndez (77 años), el caso está pendiente de que la Audiencia de Ourense confirme o no el auto de conclusión de sumario dictado por la jueza de Celanova, Olalla Para Fernández. La instructora dio por concluida la investigación abierta por el homicidio del sacerdote y la sustracción de la Virgen del Cristal, del siglo XVII, y dictó auto de conclusión pero sin procesados, al entender que no hay prueba ni indicios suficientes para poder acusar a las dos personas que habían sido detenidas en enero de 2016 e investigadas en su día, dos croatas a los que la víctima ayudó en numerosas ocasiones con alimentos e incluso dinero.

Al igual que otros mendigantes, sabían que Enríquez Méndez era una persona generosa y muy desprendida con las personas con escasos recursos económicos. En el sumario, consta que la víctima se sentía atosigada, según las averiguaciones del grupo de Policía Judicial del Instituto Armado.

Tecnología

La decisión se adoptó después de que la cooperación internacional no diera resultados. La compañía Facebook, asentada en California, no atendió, por segunda vez, el requerimiento realizado desde el juzgado para desvelar las comunicaciones de Elvir Feratovic y su sobrino Arsen, entre enero de 2015 y el 14 de enero de 2016.

También se había solicitado a Skype, el software que permite llamadas y videollamadas gratuitas, el contenido de las conversaciones entre los dos hombres encartados en la investigación. Aunque en este caso, la colaboración era viable, desde la sede europea de la empresa, radicada en Luxemburgo, se explicó a las autoridades judiciales que las copias de las comunicaciones de sus usuarios solo se guardan durante dos meses.

La Guardia Civil consideraba fundamental conocer las conversaciones de los investigados en tanto que "trataron de ocultar sus comunicaciones en lo posible usando medios considerados seguros como Skype, al creer intervenidos sus teléfonos". Los investigadores no sólo les pincharon lo móviles sino que llegaron a instalar equipos de grabación en sus vehículos para tener acceso a sus conversaciones.

Los autores de la muerte del sacerdote irrumpieron en la casa rectoral pasadas las once y media de la noche del día 9 de marzo de 2015, hora a la que fue visto por última vez por dos vecinos de la localidad.

La víctima, según determinó la autopsia, falleció entre las 00.00 y las 05.00 horas del 10 de marzo de 2015 en un galpón de la rectoral. El forense determinó que la causa fue un traumatismo torácico severo, aunque fue víctima de un "intenso maltrato" (tenía todo el cuerpo magullado).

Debajo de su cuerpo había patatas, de ahí que se contempla que trató de, una vez más, ayudar a quien le pedía caridad.

No se los puede situar en la rectoral

La Guardia Civil detuvo en enero de 2016 a Elvir Feratovic (40 años), vecino de Ourense, y Arsen (34), con domicilios variopintos, porque eran dos de los habituales que pasaban por la rectoral de Vilanova implorando caridad. En el caso de Arsen, quien en ese momento residía en Colindres (Cantabria), había estado el viernes 6 de marzo de 2015 -el sacerdote lo invitó a desayunar- y en la propia mañana del homicidio. Él mismo lo reconoce, pero niega su presencia en Vilanova esa noche. Según la versión de los croatas, estaban en la ciudad disfrutando de una noche de copas, aunque en sus declaraciones hubo numerosas contradicciones (mencionaron lugares no corroborados).

Elvir conocía a la víctima desde 2004. En su declaración, llegó a decir que consideraba a Adolfo Enríquez "como de la familia". El párroco no sólo lo ayudó a él sino también a su esposa y a otros familiares.

Los repetidores ubican el teléfono de Arsen en Ourense el 9 de marzo a las 23,14 horas en el domicilio de Elvir en el barrio de Vistahermosa. El terminal se apagó a las 00,01 y se volvió a encender a las 03,10 horas. El teléfono utilizado por Elvir aparece estático en la ciudad.

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