La defensa dice que es una denuncia falsa por un servicio no satisfecho.
El fiscal reclama penas de prisión para Hermitas C.V. (30 años), su marido Tomás M.B. (39) y Virginia R.A. (22 ) por tramar un plan para robar a dos clientes de las mujeres, aprovechando su trabajo como prostitutas. Los hombres denunciaron haber sido drogados con alguna sustancia en la bebida para sustraerles el dinero y las tarjetas de crédito cuando acudieron con ellas al motel Cancún. De hecho, los análisis de sangre practicados a las víctimas dieron positivo al Metamizol, un analgésico, además de cannabis y cocaína.
La rocambolesca historia que sustenta el proceso penal se remonta al mes de abril de 2012 cuando las dos acusadas, que ofrecían sus servicios sexuales a través de una página de internet, contactaron con los denunciantes, a los que citaron en la rotonda próxima la centro comercial Carrefour. Los cuatro se dirigieron en el mismo coche al motel Cancún, en donde alquilaron dos habitaciones, aunque previamente todos juntos estuvieron bebiendo unas consumiciones en las que, según sospechan, las mujeres introdujeron los analgésicos para aturdirlos.
El fiscal sostiene que las mujeres se habían puesto de acuerdo previamente con Tomás M.B., quien accedió al motel con una capucha, para apoderarse del dinero y objetos de valor que pudieran llevar los clientes. Añade que a uno de ellos, mientras se hallaba aturdido en la cama, le robaron 200 euros y una tarjeta de crédito, y al otro un ordenador portátil, una cartera y un reloj.
Al día siguiente, las dos víctimas trazaron otro plan para recuperar los efectos sustraídos y volvieron a concertar una cita con las mujeres. Esta vez, cerca de la estación de autobuses. Virgina R.A., al aproximarse al coche el que estaban los supuestos clientes, los reconoció y echó a correr, arrojando en la huida el bolso, que fue recogido por los denunciantes ante de dirigirse a la Comisaría de Policía de As Lagoas.
El fiscal también sostiene que Hermitas C.V y Tomás M.B. llamaron a uno de los perjudicados y lo amenazaron con frases tales como "olvídate de nosotros" o "te vamos a cortar los huevos". La acusación reclama tres años y ocho meses de cárcel para Virginia R.A. (a sustituir por la expulsión del país durante ocho años) y cinco para los otros dos imputados ya que al delito de robo con violencia añade otro de amenazas.
El letrado que representa al matrimonio alega que se trata de "una denuncia falsa" y que pedirá responsabilidades contra los denunciantes. Asegura que las mujeres se marcharon del motel cuando vieron "lo colocados que estaban sus clientes". Para él, se trata de "un incumplimiento de contrato de arrendamiento de servicios" porque ellos les pagaron y ellas se fueron sin mantener relaciones sexuales al ver que "iban como motos". El analgésico encontrado en su sangre, según explica, es una sustancia utilizada para cortar la cocaína. También enfatiza que describen a Tomás como una persona de 1,70 y complexión normal cuando "mide 1,83 y pesa 130 kilogramos".
