Perros en el colo, niños por el suelo. Canes de raza peligrosa con chips y controlados y niños sin DNI porque ya no nacen. ¿Y la Iglesia? A ver si la quiniela nos deja para los gastos.
LUNES, 6. Mejor veterinario que pediatra, seguro
Les será más fácil encontrar a una pareja en edad fértil con un perro (o dos) que con un bebé (o dos). La apreciación no tiene valor demoscópico, acaso mera observación. No cuestiono sus razones ni les culpo. Sabrán ellos los motivos de su elección y la sociedad los valores o prioridades en los que nos movemos. Hace ya tiempo que tiene más demanda ser veterinario que pediatra, dice un licenciado en Medicina al que conozco. Dice La Región, porque así lo demuestran los datos, que los nacimientos en la provincia se desploman a su peor dato histórico. Nunca debemos restar a Ourense su minuto de gloria reivindicándose en su suicidio demográfico. Hacia él sigue como corcel desbocado. Hoy los datos son malos, peores lo serán mañana. Me limito a aventurar la progresión geométrica de los números. Claro, que si queremos mantener el estado actual de bienestar con su sanidad pública universal, sus prestaciones sociales o las jubilaciones ni vamos bien con los sueldos de miseria ni con los trabajos efímeros ni con parejas que apuesten por proles perrunas en vez de por los churumbeles. A no ser que los canes coticen a la Seguridad Social para compensar. Podría ser.
MARTES, 7. Menos mal que ahora está prohibido
Un divulgador de ciencia con múltiples apariciones en los medios de comunicación americano, llamado Bill Nye, dijo que algo no va bien en una sociedad que va al gimnasio en coche para montar en una bici estática. Algo no va bien en una sociedad cuando tiene identificados sus problemas pero se evidencia incapaz de ponerle remedio hasta que alguien dice: se acabó, hago una normativa, impongo multas y aquí no se mueve nadie. Debemos reconocerlo, mola la acracia pero nos pone que nos den algo de estopa bajo amenaza de multa. Ese puntín de moverse en terreno prohibido, esa pícara actitud del pellizco es oro molido. La sociedad ourensana reclama medidas para poner coto al botellón, decía la portada de este periódico. La sociedad. Ay, la sociedad. Siempre la sociedad, ese valor inconcreto e incontable. Como si no fuese un conjunto de individuos con un sistema similar de valores. Las últimas semanas todo el mundo disertó o pontificó sobre lo lesivo que supone ir plimplados todos los fines de semana desde la Primera Comunión pero no será hasta ahora cuando se pueda medir el futuro de la increíble costumbre de quedar para beber hasta doblar. A final de la semana llegó la autoridad, no la militar del 23-F, y dijo que habrá una ordenanza para acabar con el botellón. Por lo menos ahora habrá a quien reprochar actitudes represoras (fascistas se dice desde lo de Cataluña) porque alguien regula una actividad nociva. Todo en nombre de la sociedad. Sí, esa que va en coche al gimnasio para subirse a una bici estática. Esa que ahora respira feliz porque alguien mira por nuestro bienestar prohibiendo el botellón. Ya pueden brindar con calimocho. Y no olvides que, como decía la mortificada y atormentada Frida Kahlo, "quise ahogar mis penas en el licor pero las condenadas aprendieron a nadar".
MIÉRCOLES, 8. Los perros no están en el confesionario
Y mira, qué escándalo. En la mayoría de los concellos no está regulada la tenencia de perros peligrosos mediante normativa. Qué escándalo, dijo el capitán Ranault en "Casablanca" cuando entró al bar de Rick y vio que se jugaba. Qué escándalo, dijo harto de saber que allí la ruleta no paraba un solo minuto. Qué escándalo, que en los concellos no se legisle contra los canes con malas pulgas, como si no supiesen desde un principio sus dueños el recorrido que tiene cada una de las razas. Como si no fuese necesario con saber que "os cans non van á confesión", que decía mi abuela.
JUEVES, 9. A lo mejor solo queda la quiniela
Entre los años 2013 y 2015 tantos como 684 ourensanos dejaron la X sin marcar. No la de la quiniela, sí la de la Declaración de la Renta para la Iglesia. Por primera vez recaudó menos de un millón de euros en Ourense y entre las sotanas hay rictus de preocupación. Esta crisis y esta sociedad (sí, otra vez la sociedad) ha mudado principios y muchas instituciones y entidades se han quedado quietas. La Iglesia, pese a sostenerse sobre principios inmutables, pastorea ovejas cada vez más descarriadas. Y los dineros ignoran cualquier fe. Que se lo digan a aquel cura que daba Religión en el instituto y se lamentaba que todos "damos culto al dinero y a nuestro cuerpo", pero él tenía el resguardo de la quiniela como separador de las páginas.
VIERNES, 10. La historia guarda plaza para todos
Forcadell, sí, la presidenta del Parlamento de Cataluña, tuvo sus minutos de gloria y sus horas de prisión, pocas en principio. No debiéramos de culparle por renegar de la República Catalana, de lo que ella creía como dogma, que no era más que una ensoñación mendaz. Aquel que tiene miedo debe llevarnos a la compasión. Ella y sus correligionarios se prometían un lugar en la historia. De momento lo harán entre los cobardes. O solamente entre los miedicas.
SÁBADO, 11. Los disparos a la misma diana
Yo ya me perdí", reconocía estos días un histórico militante del PSOE de la ciudad tratando de saber en qué capítulo estaba el odio eterno que se tienen los socialistas locales, incapaces de pactar hasta las armas con las que se baten. Pues si tú te has perdido, imagínate los demás, contesté. Al final ya ni divierte la gresca que se traen los inquilinos de la sede pontina. Dicen que la primera víctima de la guerra es la verdad y posiblemente en el PSOE la mayoría de los enredantes se crezcan sembrando cizaña y mentiras por doquier. Y disparando siempre a los mismos, que siempre son los tuyos.
