CRÓNICA

El ladrón se coló en el bautizo

La desaparición de una mochila con más de 5.000 euros en efectivo convirtió a todos los invitados a un bautizo en potenciales sospechosos

La celebración de un bautizo por todo lo alto en una vivienda unifamiliar de Castrelo de Miño puso en bandeja no sólo suculentas viandas sino también unos cuantos miles de euros que el anfitrión, de 52 años, guardaba, pero no bajo llave, para hacer frente a los gastos inherentes al festejo. Ni por asomo se imaginó el huésped que el dinero, guardado en una mochila pequeña de color verde junto a documentación personal, tentaría a alguno de los familiares o invitados al ágape.

Este pasado sábado la Guardia Civil recibía el aviso de la desaparición de la casa en donde se celebraba el bautizo de una mochila con 4.000 euros, que después resultarían más, el DNI del propietario y varias tarjetas de crédito. En un principio, todos los que habían merodeado por la vivienda resultaban sospechosos.

La víctima del hurto, lejos de conformarse con dar aviso al cuartel más cercano, se desplazó a la ciudad para ponerlo en conocimiento de la Policía Nacional, quien tramitó la denuncia.

Pero el susto de la sustracción del dinero apenas duró un día. El supuesto ladrón debió hacer acto de contrición y decidió enmendar su error, aunque a unos cuantos kilómetros. A última hora de la noche del sábado acudió a la céntrica calle Cardenal Quevedo de Ourense para arrojar la mochila, con todo el dinero, hacia la entrada del hotel Carrís, lugar en el que se alojaban algunos invitados. El personal de recepción del establecimiento, alertado por la presencia del misterioso macuto, llamó inmediatamente a la Policía Local de la ciudad, sumándose este cuerpo a la trama.

La mochila no contenía ningún artefacto explosivo, tal como se llegó a creer, sino un fajo de billetes y un documento que acreditaban la pertenencia. Incluso había más dinero del inicialmente denunciado: 5.300 euros.

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